La infraestructura energética es una parte crucial de la estructura social del país por lo que es responsabilidad del Estado asegurar que esta infraestructura funcione correctamente, señala la autoridad.
Desde la privatización de la electricidad en Panamá, la distribución ha sido considerada un monopolio natural, por lo que a veces se plantea la idea de poner en competencia la distribución, pero no es posible desde el punto de vista de la eficiencia económica, aseguró Sergio Hinestrosa, vicepresidente de Planeación Estratégica, Regulación y Nuevos Negocios de ENSA.
"Es importante recordar que hablamos de tres actividades distintas, la distribución de energía, la comercialización y el alumbrado público, aunque a menudo se mencionan como un todo, son procesos y modelos económicos completamente diferentes", enfatizó Hinestrosa.
Mencionó que en el modelo previo a la privatización, la cadena de suministro energético era más simple, ya que los generadores producían la energía, que era transportada por transmisores, y las distribuidoras se encargaban de llevarla al cliente final.
Recalcó que la única área donde realmente existe competencia es en la comercialización, lo que significa que las empresas compiten para vender la energía, pero no para distribuirla ni encargarse del alumbrado público.
Además, Hinestrosa subrayó que la infraestructura energética es una parte crucial de la estructura social del país por lo que es responsabilidad del Estado asegurar que esta infraestructura funcione correctamente.
También mencionó la necesidad de seguir perfeccionando los modelos de privatización para asegurar que los ciudadanos tengan acceso a servicios eficientes, sin perder de vista que algunos aspectos, como la distribución y el alumbrado público, requieren un enfoque distinto al de la competencia en el mercado.
Por otro lado, Hinestrosa indicó que el sector energético panameño está atravesando una importante transformación en áreas como supervisión, competitividad y electrificación rural, con el objetivo de impulsar el desarrollo del país y reducir las emisiones de carbono, según se discutió en una reciente conferencia sobre energía.
“Otro de los retos es la necesidad de acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica, aunque Panamá ha dado pasos importantes, los expertos aseguran que se requiere una mayor voluntad para avanzar más rápido en este aspecto, utilizando el sector de distribución como un motor de cambio”, dijo Hinestrosa.