La escasez del recurso hídrico se ha convertido en un asunto de suma importancia para las empresas de consumo masivo que dependen en gran medida de este para operar plantas y elaborar productos. Planes de optimización, plantas de tratamiento de efluentes e inversiones para reducir indicadores de consumo son algunos pasos para ser agua neutrales.
El estrés hídrico que vive el mundo se ha convertido en un factor crítico para la continuidad de muchas industrias que usan intensivamente este recurso para sus cadenas productivas.
En los últimos años, la escasez de agua dulce ha puesto en jaque los planes de empresas del rubro de consumo masivo que hoy no solo deben lidiar con alzas del precio de materias primas, sino también con asegurarse la disponibilidad del recurso hídrico cada vez más impredecible dados los estragos del cambio climático.
Y es que después de la industria química, la agroalimentaria y la de explotaciones ganaderas es la mayor consumidora de agua industrial. Según datos de Fundación Aquae, el consumo de este sector representa el 17% del total y, en el caso específico del rubro de bebidas, se incorpora el agua consumida como parte de su producto final, lo cual hace que el uso del recurso hídrico sea intensivo.
Por ejemplo, la huella hídrica de la industria láctea es bastante elevada. Diversos estudios señalan que para producir un litro de leche son necesarios cerca de 1.000 litros de agua. Para la costarricense Dos Pinos, cooperativa de productores de leche con operaciones en varios mercados centroamericanos, el agua es fundamental ya que su portafolio de bebidas tiene como material principal el recurso hídrico.
En ese sentido, en los dos últimos años ha invertido alrededor de US$ 450.000 en proyectos relacionados al uso y disminución del recurso hídrico, logrando ahorros de más de US$ 200.000.
“En el mundo de los negocios se cree que invertir en temas de recursos naturales o de impacto social no tiene retorno y no es así. Nosotros hemos podido comprobar con números, de forma cuantitativa, que todo lo que hemos venido invirtiendo se ha devuelto y con creces para la organización”, dice Luis Mastroeni, director de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad en Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos.
De esta forma, los planes implementados por Cooperativa Dos Pinos para disminuir y aprovechar el uso de agua en las plantas de Panamá, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica han rendido frutos. De acuerdo con su reporte de sostenibilidad, de 2022 a 2023, la compañía logró disminuir en 3% el consumo de agua, equivalente a 35.000 metros cúbicos o al consumo anual de 179 hogares. La meta es reducir entre 3% y 7% el consumo anual de agua y dentro de dos años lograr ser agua neutral.
También en el sector de bebidas, Coca-Cola FEMSA tiene metas ambiciosas: “A 2030 queremos asegurar un 100% de reabastecimiento en zonas de alto estrés hídrico, garantizar el acceso al agua en todas nuestras operaciones y contribuir a promover el acceso al agua en comunidades clave”, dice Rafael Ramos, Director Técnico y Cadena de Suministro de Coca-Cola FEMSA.
Para ello, la firma de bebidas ha implementado un enfoque integral para lograr la máxima eficiencia hídrica, incluyendo la reducción de la razón de uso de agua y el tratamiento del 100% del agua descargada, según los requisitos locales y de The Coca-Cola Company.
“Nuestra meta es alcanzar una razón de uso de agua de 1,36 litros de agua por litro de bebida producida para 2024. En 2023, invertimos US$ 10,35 millones en programas de eficiencia hídrica en todas nuestras operaciones. Estas inversiones se destinaron a diversas iniciativas como la detección y reparación de fugas, la gestión eficiente del uso del agua en nuestras plantas y la mejora de nuestros sistemas de recuperación de agua”, comenta Ramos.
Todo esto ha permitido alcanzar una razón de uso de agua de 1,42 al cierre de 2023, una mejora significativa respecto al 1,46 de 2022. Este avance, además, representa un aumento del 17,4% en eficiencia de la línea base de Coca-Cola FEMSA de 2016.
Para Luis Felipe Huertas del Pino, socio de Hernández & Cía., en los últimos años muchas industrias han visto que los precios de los suministros de agua se han elevado y que su disponibilidad ha disminuido. Por ello, vienen usando tecnologías para que su consumo sea más eficiente.
“El clima en el mundo está cambiando y eso está llevando a que la oferta de agua se reduzca, sobre todo en los países de la cuenca del Pacífico, donde el déficit o la escasez se vive más en las grandes ciudades de la costa. La cordillera (de los Andes) es la fuente de los grandes reservorios de agua, pero así como otras cordilleras tropicales, está perdiendo la cobertura glaciar”, dice Huertas del Pino.
En Perú, por ejemplo, Arca Continental ha invertido en la infraestructuras de sus plantas de Pucusana y Trujillo para optimizar la eficiencia en el uso del agua y la energía. “Estas plantas logran una reducción del consumo de agua y energía en más del 30%, en comparación con una edificación convencional, y a la fecha se emplea energía 100% renovable en ambas. En 2021 fuimos la primera empresa en recibir el certificado I-REC Standard de parte de Enel Perú, por el uso de energía 100% renovable”, afirma Mariella Paredes, directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad en Arca Continental en Perú.
Asimismo, dichas instalaciones cuentan con plantas de tratamiento de efluentes con las que pueden reusar el agua que se utiliza en los procesos productivos para servicios como limpieza y riego, reduciéndose así el consumo de agua y siendo aún más eficientes en su uso.
AGUA PARA LOS ALIMENTOS
Queda claro que el agua es vital para toda la cadena productiva de bebidas y, en el rubro de alimentos también. “Este recurso es esencial para la producción, elaboración y envasado de alimentos. Una gestión eficiente del agua garantiza la calidad y seguridad de los productos, además de contribuir a la sostenibilidad ambiental y económica del negocio”, comenta Luis Gutiérrez, gerente de Sostenibilidad y Comunicaciones para la Región Andina, América Central y El Caribe de Mondelez.
La compañía propietaria de marcas como Oreo y Tobleron, utiliza el agua no solo para la fabricación de galletas, sino también para servicios adicionales como la limpieza de equipos y áreas comunes. Asimismo, ha implementado un roadmap a tres años con acciones específicas para optimizar el uso del agua. “Estas acciones incluyen la ejecución de estudios detallados y proyectos enfocados en la reducción del consumo de agua. En 2023, invertimos más de US$ 150.000 en iniciativas de optimización hídrica”, dice Gutiérrez.
Para Agrosuper, empresa chilena productora de proteína animal con presencia en varios países del mundo, 2023 fue el año en que consolidó el seguimiento de los indicadores de consumo en las distintas unidades, apuntando a iniciativas de autocontrol de los consumos y de reutilización para reducir la extracción de agua de pozos profundos. “Logramos reducir 4,1% de consumo de agua en 2023 respecto de 2022 y 7% en comparación a 2021 en el área industrial, gracias a estas iniciativas”, detalla Rafael Prieto, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Agrosuper.
Otro hito importante alcanzado por Agrosuper en 2023 fue la reutilización de agua tratada en la planta San Vicente (en la región de O’Higgins), donde instaló circuitos de reutilización de agua para el lavado de calles, zonas de manejo de residuos sólidos, lavado de camiones y lavado de gases en sistemas de abatimiento.
SEGURIDAD HÍDRICA
Adicionalmente a estas acciones de mejoras de eficiencia del uso de agua en las mismas organizaciones, las compañías también vienen apostando por otras iniciativas promueven la gestión sostenible del recurso en las comunidades donde operan.
Coca-Cola FEMSA participa en el CEO Water Mandate y la Alianza para la Gestión Sostenible del Agua (AWS). Además, colabora con gobiernos, comunidades y organizaciones no gubernamentales para implementar programas de eficiencia hídrica y conservación, como los Fondos de Agua junto con Fundación FEMSA, que promueven la conservación a largo plazo de cuencas hídricas.
Agrosuper, por su lado, se enfoca en las comunidades vecinas y cuentan con el programa Impulsa Agua, en alianza con Fundación Amulen. “Es un fondo concursable que busca brindar soluciones hídricas a vecinos de comunidades rurales. Lo anterior, a través de la implementación de mejoras en la operación de los Servicios Sanitarios Rurales (SSR) y capacitaciones para su administración, permitiéndonos asegurar la calidad, cantidad y continuidad del agua”, detalla Rafael Prieto.
Para Arca Continental, es clave crear alianzas con otros actores para reponer el agua al ecosistema. “Junto con Coca-Cola, se cuenta con el proyecto Oxapampa que busca conservar y restaurar los bosques de la Reserva de Biosfera Oxapampa Asháninka-Yánesha, así como contribuir al mantenimiento de los caudales y la calidad del agua, en beneficio de la población rural y urbana de la provincia de Oxapampa”, dice Mariella Paredes.
En Costa Rica, Dos Pinos se alió con la fundación Agua Tica que cuida el recurso hídrico en las cuencas hidrográficas de dicho país centroamericanos. “Invertimos US$ 20.000 para ser parte de esta alianza y gracias a ella somos parte de las empresas que están cuidando los recursos hídricos, que para nosotros son muy importantes”, dice Luis Mastroeni.
Del mismo modo, Mondelez es parte de Science Based Targets initiative, que ha validado sus objetivos para 2030 y su objetivo de cero emisiones netas para 2050.