La semana pasada el gobierno argentino aumentó parte del impuesto a los combustibles que incide de manera directa en el valor surtidor de la nafta y el gasoil.

El mes de febrero empezó con un nuevo aumento de combustibles en Argentina, una medida que se repite desde que asumió el presidente Javier Milei en diciembre del año pasado. Esta vez el incremento se explicó principalmente por una actualización impositiva al otro lado del charco.

La corrección de las tarifas achica la brecha de precios que existe con localidades fronterizas del litoral uruguayo como Fray Bentos, Paysandú y Salto para estos productos, pero todavía sigue siendo importante.

El jueves pasado el precio de la nafta Súper en las estaciones YPF de Concordia se incrementó 6,5% y pasó a ser de 858 pesos argentinos, equivalentes a US$ 0,75 tomando el tipo de cambio paralelo.
Del lado uruguayo, el precio de la nafta Súper 95 con devolución de 40% de Imesi que rige para localidades de frontera -si se paga con tarjeta- era de $ 67,2 por litro, equivalente a US$ 1,71. La tarifa de este producto se mantiene sin cambios desde diciembre cuando se había abaratado por decisión del Poder Ejecutivo.

Si bien los valores argentinos siguen por debajo de las tarifas uruguayas, se ha dado una corrección comparado con tres o cuatro meses atrás donde se podía conseguir un litro de nafta en el eje de US$ 0,50, de acuerdo a lo relevado por distintas notas de prensa de ese momento.

La semana pasada el gobierno argentino aumentó parte del impuesto a los  combustibles que incide de manera directa en el valor surtidor de la nafta y el gasoil, y difirió en tres meses otra parte, según informó el Diario La Nación de Buenos Aires. Ese impuesto estaba congelado desde mediados de 2021. También subieron lo que pagan las petroleas por el biocombustible (bioetanol y biodiesel).

Desde la asunción del nuevo gobierno liderado por Milei y con devaluación de por medio, los precios de los combustibles aumentaron en el eje de 85%. Esto se explica principalmente por incrementos en las dos variables claves que inciden en los costos de las empresas refinadoras: el tipo de cambio (porque los contratos están dolarizados) y el valor del barril de petróleo.

En los últimos dos años la escena de los tres pasos fronterizos abarrotados de autos uruguayos ha sido una imagen recurrente en Gualeguaychú, Colón y Concordia, localidades de la provincia argentina de Entre Ríos.

Los ciudadanos uruguayos cruzaban para comprar alimentos, medicamentos y disfrutar de la oferta gastronómica argentina. Sin embargo, en diciembre pasado, tras la devaluación del peso y el aumento de precios, la afluencia de vehículos uruguayos disminuyó significativamente.

La brecha de precios entre ambos lados de la frontera se ha reducido desde diciembre, afectando la ventaja que tenían los uruguayos al cruzar a Argentina.

En enero pasado, el portal especializado Surtidores dio cuenta que la venta de combustible en las ciudades fronterizas con Argentina habían crecido 30% en dos semanas. A mediados 2023 la venta de gasolina en las estaciones del litoral oeste llegó a mostrar volúmenes iguales o menores al peor momento de la pandemia.

El presidente del Centro Comercial e Industrial de Concordia, Adrián Lampazzi, en diálogo con Infobae, señaló esta semana que desde la última quincena de 2023, el flujo de uruguayos comprando en Argentina bajó drásticamente. Esto ha impactado en el comercio local, ya que el "ticket uruguayo" representaba hasta el 70% de las transacciones diarias en algunos negocios de Gualeguaychú, según Federico Laderach, secretario del Centro Comercial local.

La mayoría de los analistas coinciden en que Argentina seguirá barata para los uruguayos, pero no tanto como ocurrió en el último tiempo.