Los exportadores afirman que la situación de su país vecino empeoró luego de las PASO. A partir de ese momento hubo pocas emisiones de permisos SIRAs. La mayor cantidad de pagos que se autorizan tienen un plazo de seis meses.
Argentina continuó endureciendo el cepo a las importaciones con el objetivo de evitar la salida de dólares del país. La situación se volvió más compleja en los últimos 40 días y el sector industrial de Uruguay enfrenta serios problemas para poder vender productos en el mercado argentino. Hay permisos trancados por varios millones de dólares y la inestabilidad incluso hace tambalear a algunas empresas.
“Tenemos un socio imperfecto que está bastante enfermo y rezamos para que se mejore”. Así resumió el presidente de la Cámara de Industrias de Uruguay (CIU), Fernando Pache, la actual relación comercial.
Este jueves, Pache convocó a empresas socias de la CIU que exportan a Argentina y tuvieron demoras en la aprobación de permisos a través del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), vigente desde el año pasado. El interés era conocer de primera mano las dificultades que se enfrentaban y definir futuras acciones.
La información que recibió el presidente de los industriales no fue auspiciosa. Los últimos 45 días fueron los más complicados de todo el año y se registró un trancazo en los permisos de 90% en relación a meses anteriores.
Según datos de la Comisión de Comercio Exterior de la cámara hay 13 empresas que se encuentran en una situación bastante crítica. “Están casi con riesgo de cerrar, con SIRAs no autorizadas por US$ 4,5 millones”, dijo el presidente de la comisión, Washington Durán, a El Observador.
Además de esas compañías hay otras que también tienen exportaciones frenadas por aproximadamente US$ 18 millones. “Seguramente la situación es mucho más grave; eso es lo que ha detectado la comisión. Ese es el piso seguro”, señaló. Pache aseguró que la situación se profundizó luego de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se realizaron el domingo 13 de agosto. A partir de ese momento hubo pocas emisiones de permisos SIRAs. La mayor cantidad de pagos que se autorizan tienen un plazo de seis meses.
“La incertidumbre de la industria uruguaya respecto a Argentina es total”, afirmó Pache. La visión de los industriales coincide con los datos de exportación de los primeros siete meses de este año. Las ventas a Argentina en ese período cayeron 58% en la comparación interanual, según información del Instituto Uruguay XXI. Las colocaciones de vehículos disminuyeron 20%. En sentido contrario, las importaciones que llegaron desde Argentina tuvieron un aumento de 11%.
Más de una década de problemas
Los industriales conocen de memoria las complicaciones que habitualmente generan las distintas administraciones argentinas al comercio exterior. Pasaron por la etapa de las DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación) que comenzaron a regir en 2012. Esa exigencia suplantó a otra restricción anterior: las licencias no automáticas. Años después esas licencias volvieron a estar vigentes. Algunos problemas quedaron el pasado pero aparecieron otros.
El gobierno de Alberto Fernández aplicó una serie de medidas restrictivas a las importaciones. Desde octubre del año pasado está vigente el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Los objetivos de esta nueva herramienta fueron fortalecer las acciones de control preventivo, por medio de seguimientos y asegurar un adecuado desarrollo de las operaciones de comercio exterior.
El planteo fue que la instrumentación del SIRA agilizaría los plazos de pago de las importaciones que efectúan las empresas argentinas. Sin embargo, las compañías uruguayas que exportan afirman que poder cobrar no ha sido ni es un tema fácil. A fines de julio de este año, el gobierno incluyó a la compra de dólares para el pago de importaciones de bienes en un impuesto que correspondía a otras operaciones. El Impuesto País (esa es su denominación) grava con 7,5% la compra de billetes para abonar bienes en el exterior.
Días después, a principios de agosto, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) resolvió un recorte de 25% en el monto autorizado para adquirir dólares a través del sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF).
LA AFIP indicó que el objetivo en este caso es verificar que las operaciones realizadas por los contribuyentes se ajusten a la capacidad económica financiera determinada por el organismo. Empresas argentinas que importan regularmente utilizan el sistema CEF. Las dos medidas buscan evitar salida de dólares del país. Pero complejizan las relaciones comerciales entre empresarios de los dos países.