En lo que va del año el sector aportó US$ 4.146 millones más que en 2022, pero acumula un saldo negativo de US$ 1.064 millones.
La balanza comercial energética fue superavitaria por US$ 27 millones en septiembre y en lo que va del año aportó US$ 4.146 millones más que en 2022, no obstante, en el acumulado del año en curso la diferencia entre exportaciones e importaciones de energía acumula un saldo negativo de US$ 1.064 millones.
Así se desprende del último informe elaborado por Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en base a datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El mismo detalla que al descomponer la variación de la balanza de dólares de la energía, se tiene que el efecto precio generó un extra de US$ 85 millones y el efecto cantidades uno de US$ 4.061 millones.
El principal aporte de dólares vino por el lado del ahorro generado por las menores importaciones, agregó el reporte.
En este sentido, precisó: "Por el menor precio de la energía importada se ahorraron US$ 1.658 millones y por la menor cantidad de energía importada el ahorro fue de US$ 2.968 millones", con lo cual, la suma entre ambas da la cifra que arroja "un ahorro de US$ 4.626 millones".
En materia de exportaciones, las mayores cantidades exportadas atenuaron el menor precio, siendo negativo el efecto sobre la balanza de dólares en US$ 480 millones.
De la diferencia entre lo aportado por las menores importaciones y por las menores exportaciones surge el excedente de US$ 4.146 millones, señaló el relevamiento de Argañaraz
En este sentido, desde el Ministerio de Economía, que engloba a la Secretaría de Energía, estiman que a partir de 2024 haya exportaciones energéticas por más de US$ 9.000 millones e importaciones por casi US$ 6.000 millones.
Esto se debe a que desde el equipo encabezado por el ministro Sergio Massa apuntan a que al primer tramo del gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) se sumen otras dos obras, como el segundo tramo del mismo y el Reversal del Norte, alcanzado así a otras siete provincias de las regiones centro y norte.
De esa manera, Argentina evitaría depender de las importaciones del gas de Bolivia y podría llegar a esos distritos con el de Vaca Muerta.