El primer envío de hidrógeno verde de Brasil a Alemania podría tener lugar en solo tres años. Sin embargo, para que esto suceda, aún hay mucho trabajo por hacer.
Cuando el ministro alemán de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, viajó a Brasil hace unas semanas, el tema del hidrógeno verde era de especial interés en los medios de comunicación. Según el Gobierno alemán, este es clave para la transición del suministro energético a partir de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural hacia las energías renovables. Para Berlín,Brasil, es un posible socio para lograr dicho objetivo. El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, prometió: "No perderemos esta oportunidad". Brasil quiere estar a la vanguardia de los mercados en desarrollo para tecnologías bajas en emisiones de carbono.
Alto porcentaje de energías renovables en Brasil
"Aunque Brasil ya tiene una alta proporción de energías renovables, se deben construir nuevas plantas de energía eólica o solar para la producción de hidrógeno. Si esto no sucede, las plantas de energía fósil tendrán que seguir funcionando para asegurar el suministro energético y que no falte electricidad en el propio país”, dijo Christiane Averbeck, de la Alianza Climática Alemana, en entrevista con DW. "El principio de adicionalidad es crucial para garantizar que el hidrógeno verde producido sirva, de verdad, para la protección climática", aseguró.
Gran potencial, pero aún no hay plan
Ansgar Pinkowski, director de transición energética y sostenibilidad del Centro de Competencia Hidrógeno Verde Brasil de la Cámara de Industria y Comercio germano-brasileña en Río de Janeiro, ayudará a que las declaraciones de intenciones y los planes se hagan realidad: "Debido a su ubicación geográfica y natural, Brasil tiene las mejores condiciones para la producción de hidrógeno verde. La proporción de energías renovables en Brasil ya es comparativamente alta. Y, pensando a medio plazo, solo se necesitan ocho o nueve días en barco para transportarlo desde el noreste de Brasil hasta los puertos europeos", estimó Pinkowski en entrevista con DW.
El nuevo gobierno del presidente Luis Inácio Lula da Silva está en funciones desde principios de 2023. Y aunque hay señales positivas, aún no está claro si la euforia por el hidrógeno del nuevo gobierno brasileño es similar a la del gobierno en Berlín. "El nuevo presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, fue, en cargos anteriores, un firme defensor de las inversiones en energía respetuosa con el clima", dijo Pinkowski.
Primer envío de hidrógeno en 2025
Si todo va bien, la primera entrega de hidrógeno brasileño podría llegar a Alemania a finales de 2025, según expertos alemanes. Para Brasil, sería una gran oportunidad, sobre todo para el humilde noreste del país. Las inversiones fluirían hacia esa débil región. Además, las empresas que dependen de esta energía también se establecerían allí. "Esta es una oportunidad para una reindustrialización de esa región", dijo Pinkowski.
Brasil no es solo un proveedor de energía
"En general, asociaciones de este tipo brindan grandes oportunidades para ambas partes. Con la normativa correcta, la producción de hidrógeno puede impulsar la transición energética en Brasil y Alemania. Sin embargo, sería un error ver a Brasil solo como un proveedor de energía para la industria alemana y planear los futuros proyectos de hidrógeno solo para la exportación", dijo Averbeck.
Las relaciones comerciales entre Europa y América Latina están muy desequilibradas. En muchos casos, las materias primas se explotan en América Latina y se exportan a Europa sin que la población y la economía locales se beneficien a largo plazo. Esa es la razón por la que la población local se resiste con cierta regularidad contra tales proyectos. "Quien esté interesado en tener buenas relaciones económicas a largo plazo, también debe contribuir a garantizar que los proyectos se implementen de tal manera que la resistencia (de la población) no sea necesaria", zanjó la experta.