Cabify denuncia a la Gremial Única del Taxi por dos cuestiones: abuso de posición dominante y prácticas anticompetitivas.
La empresa Cabify denunció a la Gremial Única del Taxi ante la Comisión de Defensa y Promoción de la Competencia de Uruguay por "practicas anticompetitivas" al prohibirle a los choferes de los taxis poder utilizar la aplicación para sus viajes.
En una denuncia de 86 páginas a la que accedió El Observador, Cabify denuncia a la Gremial, también conocida como la Patronal Única del Taxi y presidida por Oscar Dourado por dos cuestiones: abuso de posición dominante y prácticas anticompetitivas.
¿Por qué Cabify alega que hay un abuso de posición dominante? Por la decisión que tomó la Patronal de permitirle a los choferes que solamente reciban viajes por RadioTaxi 141 o la aplicación VoyenTaxi que pertenece a ellos. Si reciben viajes desde otras aplicaciones, son pasibles de sanción por parte de la patronal, incluso se les amenaza con quitarles el permiso de conductor.
"Implica limitar a los usuarios a través de una conducta abusiva de su posición dominante y restringir el mercado, en perjuicio notorio de sus consumidores", alega la compañía en la denuncia presentada.
A su vez, señala que la reglamentación de la exclusividad, que ahora se firma a través de acuerdos de fidelidad entre la gremial y los conductores, ha perjudicado tanto a los usuarios como a Cabify que "no ha sido capaz de satisfacer la demanda de viajes que se solicitan a través de la aplicación, ya que no logra contar con el número de conductores necesarios para poder hacer frente a la misma".
Según datos de la compañía, la tasa de aceptación de viajes por parte de taxistas conectados a la aplicación ha caído un 39% si se compara desde mayo de 2023 a abril de 2024. "Esto significa que los conductores conectados aceptan menos viajes en las horas que están conectados a la aplicación, lo cual muchos declaran estar motivados por el miedo a ser sancionados por la patronal, siendo cautelosos a la hora de aceptar un viaje".
A su vez, remarcan que esa caída también se ve reflejada en el tiempo de espera que el usuario debe afrontar cuando pide un viaje, habiendo aumentando un 12% si se compara el cierre de mayo de 2023 con el de 2024.
ELIMINACIÓN DE PUBLICIDAD EN LOS AUTOS DE CABIFY
Por otro lado, Cabify denuncia que la Intendencia de Montevideo eliminó a través de una normativa la posibilidad de que los autos de Cabify puedan tener publicidad ploteada lo que les podía generar un ingreso extra y que esa eliminación se dio a raíz de pedidos y reuniones que la Patronal mantuvo con la Intendencia.
"Una vez más puede constatarse la manifiesta intención de la gremial de perjudicar deslealmente, y de cualquier forma posible, la actividad de sus competidores, con el objetivo de que sucumban ante la presión y terminen yéndose del país".
BOICOT A LAS APLICACIONES DE SERVICIOS DE CONDUCTORES
Por su parte, en las prácticas anticompetitivas que denuncia la compañía está la del "boicot vertical" por parte de la patronal a las aplicaciones. Según citan, el boicot vertical es "la concertación de agentes económicos para ejercer presión contra algún cliente o proveedor, con el propósito de disuadirlo de determinada conducta, aplicar represalias u obligarlo a actuar en sentido contrario".
Según Cabify, la presión ejercida de la Gremial uruguaya sobre "los permisarios y conductores del taxi a través de distintos medios" pueden ser enmarcadas dentro de ese concepto.
LA GREMIAL YA HABÍA SIDO SANCIONADA PREVIAMENTE
A su vez en esta denuncia, Cabify alega que la Patronal es un "denunciado reincidente" a raíz de que la Comisión ya le aplicó una sanción de 1000 Unidades Reajustables y le pidió que cesara "inmediatamente" la prohibición de que los conductores usaran otra aplicación.
Esto se había dado en 2015 cuando se inició una investigación de oficio a raíz de que había trascendido que la patronal prohibía a los conductores de ese mecanismo. En ese caso, se trataba de conductores que utilizaban Easy Taxi o Uber que eran las aplicaciones que estaba operando en ese entonces.
Cabify afirma que a pesar de la sanción, la gremial uruguaya siguió realizando por nueve años "prácticas anticompetitivas" por lo cuál debería ser tratado como "reincidente".