La ampliación de la red eléctrica busca resolver restricciones y mejorar la estabilidad en regiones clave del país cafetero que enfrentan sobrecargas.
La Unidad de Planeación Minero Energética de Colombia (UPME) anunció la inclusión de cinco nuevos proyectos de infraestructura en el Plan de Expansión de Transmisión, con el objetivo de solucionar problemas de confiabilidad y capacidad en varias regiones del país cafetero.
Estos proyectos buscan atender las limitaciones actuales del sistema de transmisión eléctrico, como las sobrecargas y las bajas tensiones, particularmente en zonas donde el aumento de la demanda ha generado vulnerabilidades en el suministro.
Estos cinco proyectos se suman a un paquete de nueve iniciativas clave dentro de la denominada Misión Transmisión, un programa que busca fortalecer la red de transmisión eléctrica y garantizar un suministro más robusto en todo el territorio nacional.
Los nuevos proyectos, localizados en departamentos como Córdoba, Sucre, Atlántico, Cauca, Nariño, Boyacá y Casanare, incluyen:
- Alcance a la subestación Magangué 500/115 kV y líneas de transmisión asociadas: Localizada en Córdoba y Sucre, esta obra está diseñada para aliviar la sobrecarga de la red eléctrica y mejorar la calidad del servicio en los nodos de Sincé, Magangué, Mompox y El Banco. Con este proyecto, se espera atender de manera más eficiente el aumento de la demanda en la región, evitando caídas de tensión y asegurando un flujo de energía más estable.
- Refuerzo Montería y obras asociadas: El refuerzo en la subestación Montería incluye la construcción de una segunda línea de transmisión entre Nueva Montería y Río Sinú. Este proyecto, que se ejecutará en cuatro etapas, está pensado para evitar interrupciones en el suministro durante contingencias y mejorar la capacidad de respuesta de la red, especialmente ante posibles fallas en el circuito Nueva Montería - Río Sinú.
- Interconexión Nordeste-Oriental: Este proyecto permitirá conectar la subestación Alcaraván 230 kV con la región oriental del país, cerrando un anillo eléctrico que incrementará la estabilidad en la transmisión de energía entre las subestaciones de Chivor, Aguaclara, Alcaraván, San Antonio y Sochagota. Esta obra mejorará la gestión de la carga de potencia y reducirá las fallas en los sistemas interconectados.
- Reconfiguración Sabanalarga 220 kV: El objetivo de esta obra es mejorar la confiabilidad de la subestación Sabanalarga mediante la reducción de cortocircuitos y la creación de nuevas conexiones que permitan superar las limitaciones actuales. Esta intervención contribuirá a disminuir la frecuencia de fallas operativas en la red.
- Enlace Olaya Herrera – Buchelly 115 kV y segundo corredor Jardinera - Junín-Tumaco 115 kV: Ubicado en los departamentos de Cauca y Nariño, este proyecto mejorará el suministro de energía en la zona de Tumaco, una región especialmente vulnerable a la inestabilidad del servicio. El nuevo corredor permitirá reducir la demanda no atendida y aumentar la confiabilidad del sistema.
¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO REGIONAL?
Estos proyectos responden a las necesidades energéticas crecientes en zonas de Colombia que han presentado vulnerabilidades en la estabilidad del suministro.
Regiones como Tumaco, en el suroccidente, dependen de una infraestructura energética robusta para garantizar el desarrollo económico y social de sus comunidades.
Además, el refuerzo de la red en áreas como Montería y la Costa Atlántica es clave para soportar el crecimiento industrial y comercial que experimentan estas zonas.
El anuncio de la UPME llega en un momento en que la demanda energética sigue aumentando, impulsada tanto por el crecimiento poblacional como por el avance de la industria y los proyectos de energías renovables.
Estos refuerzos a la infraestructura de transmisión son fundamentales para evitar sobrecargas en el sistema y asegurar que las regiones más apartadas del país puedan acceder a un suministro eléctrico confiable.
En cuanto a los retos técnicos, las obras también deben lidiar con las restricciones actuales en el sistema eléctrico nacional, especialmente en cuanto a la capacidad de respuesta ante contingencias.
Las zonas críticas que se beneficiarán de estos proyectos enfrentan problemas de tensión y sobrecarga, lo que podría comprometer el servicio en momentos de alta demanda o fallos en la infraestructura actual.
La UPME subrayó la importancia de estos proyectos en el marco de la Transición Energética Justa, una política que busca diversificar la matriz energética del país y reducir la dependencia de combustibles fósiles, apostando por fuentes más limpias y sostenibles.
Sin embargo, para que esa transición sea viable, la infraestructura de transmisión debe ser capaz de soportar los cambios en la generación y el consumo de energía, algo que estas obras buscan asegurar.