Contando las obligaciones que tendrán que asumir los operadores al utilizar el espectro subastado, el país recibirá una inversión por más de US$ 7.000 millones, según el Ministerio de las TIC.
Hoy miércoles, desde temprano en la mañana, arrancó la subasta del espectro que utilizarán los operadores de telecomunicaciones en Colombia para el despliegue de las redes 5G.
Este procedimiento es clave para la conectividad en el país, pues establece un orden de batalla para que los operadores comiencen a ofrecer servicios de 5G, la más reciente generación de comunicaciones.
De acuerdo con el Ministerio de las TIC, la subasta recibió ofertas por US$ 329,7 millones para la banda de los 3.500 MHz, que es la porción del espectro por donde irán las comunicaciones 5G.
Esto implica recursos que exceden en 29% los valores mínimos establecidos para esta banda, lo que se traduce en US$ 23,5 millones.
Esta banda tiene cuatro bloques y las asignaciones quedaron de esta forma: el primer bloque fue asignado a Tigo y Movistar por US$ 80,6 millones, el segundo bloque quedó en manos de Wom por US$ 80,6 millones, el tercero fue asignado a Telecall Colombia S.A.S., el cual es un competidor nuevo proveniente de Brasil, también por US$ 80,6 millones. Y Claro se quedó con el último bloque por US$ 104 millones.
No se recibieron ofertas por las demás bandas que estaban abiertas en la subasta. En otras palabras, de las cinco bandas, sólo se pusieron recursos para espectro en una de ellas, por US$ 329,7 millones.
De acuerdo con los valores mínimos de referencia de cada bloque, en cada banda, si se hubieran recibido ofertas por todo el espectro disponible, la subasta habría recaudado un mínimo de US$ 786 millones.
Los detalles de la subasta
Imagine las generaciones de telecomunicaciones (3G, 4G y 5G) como carriles por donde viaja la señal, siendo el 5G el de mayor velocidad. Estas vías son lo que se conoce como el espectro radioeléctrico, el cual es un recurso natural que les pertenece a los colombianos (lo administra el Estado) y, por lo tanto, los operadores privados deben pagar para poder usarlo.
Para adquirir esos derechos, el Gobierno adelanta subastas, en donde se les otorga los permisos al o los operadores que más ofrezcan. Estos también deben cumplir una serie de requisitos legales y técnicos como garantía del buen uso que le darán al mismo.
Hoy se subastaron cinco bandas, las cuales parten de los 700 MHz y van hasta los 3.500 MHz (esta última es la que permite una mayor capacidad de transferencia de información, es decir, la del 5G). Algunas de estas se conformaron por bloques, en donde se establece la capacidad total del espectro que se va a subastar. Por ejemplo, para la de mayor capacidad se subastaron cuatro bloques de 80MHz, con la posibilidad de adicionar 10MHz.
A su vez, a cada bloque se le asignó un valor de reserva, que es el precio mínimo que pudo ofrecer un operador al momento de subastar.
Para la banda de los 700 MHz, que tiene un único bloque, se estableció un valor de reserva de US$ 129,7 millones, mientras que la banda de 1.900 MHz por US$ 74,9 millones. Asimimso, la banda AWS extendida tiene tres bloques, cada uno por US$ 74,9 millones. La banda de los 2.500 MHz tiene tres bloques, cada uno por US$ 39,7 millones, y cada uno de los cuatro bloques de la banda de los 3.500 MHz tiene un valor de US$ 80,5 millones. Los bloques adicionales de 10 MHz se subastaron en US$ 39,7 millones.
También se incluyeron obligaciones de cobertura, que son unos recursos que garantizan que dicho operador podrá cumplir con lo que se busca al asignarle el espectro.
Hay que tener en cuenta que quienes se quedaron con la asignación del espectro podrán utilizarlo por los próximos 20 años. Durante ese tiempo, los operadores asumirán el compromiso de avanzar en la reducción de la brecha digital, el acceso universal y la ampliación de la cobertura, así como el despliegue, uso y mantenimiento de las redes e infraestructuras.
También habrá asignaciones de cobertura, con las que se buscará beneficiar a 2.326 instituciones educativas, y a su comunidad circundante, con el servicio de internet.
A esto se suma la obligación de conectar a 25 localidades que hoy no tienen servicio móvil de ningún operador, así como a 61 segmentos de carreteras primarias y 41 segmentos de carreteras secundarias (todas suman 2.114 kilómetros).
Puntualmente, en las obligaciones de despliegue de la red que facilitará el 5G, la resolución que media la subasta establece que los operadores deberán cubrir, como mínimo, al 53% de la población del país.
La importancia del 5G
Los resultados de esta subasta son vitales, pues marcan el punto de partida para una nueva era de telecomunicaciones en Colombia.
El 5G se diferencia del 4G, principalmente, porque ofrece velocidades teóricas que pueden ser hasta 50 veces más altas en subida y 40 veces superiores en bajada. En la práctica, esto se traduce en una experiencia más fluida en la navegación, con casos de uso como películas que se pueden descargar en segundos, así como mejores tiempos en la transferencia de archivos pesados.
También abre la puerta a novedosas industrias, como los videojuegos en la nube, por lo que ya no será necesario tener una consola física, sino que estas altas velocidades permitirán interactuar con miles de títulos utilizando solo nuestro televisor y un control.
Más allá de esto, se espera que el mayor potencial del 5G se dé en el ámbito industrial, ya que si las anteriores generaciones de las telecomunicaciones se caracterizaron por conectar a las personas, esta resaltará por conectar a las máquinas.
Desde hace algunos años la automatización, inmersa en la cuarta revolución industrial, ha cobrado protagonismo en las empresas. Aquí, el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, el análisis de datos y el uso de sensores han sido vitales para los dispositivos IoT (o internet de las cosas, por sus siglas en inglés).
Por ejemplo, un agricultor podría instalar esos equipos en su campo para saber, en tiempo real, las condiciones de humedad en la tierra. Si detecta que son bajas, podría enviar una señal al sistema de riego, para que supla esa necesidad.
En los vehículos autónomos, las altas velocidades y las bajas latencias permiten que si se tiene que frenar de emergencia, porque se ha detectado un peligro a metros de distancia, se pueda tomar la decisión en milésimas de segundo, algo que con el 4G sería fatal.
En suma, son muchas las aplicaciones (más las que vengan con los procesos de innovación) en donde se le podrá sacar jugo al 5G.
¿En qué se invertirán los recursos?
Según lo explicado a este medio por el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, de acuerdo con lo establecido en el artículo 37 de la Ley 1341 de 2009, este dinero pasará al Fondo Único de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (FUTIC).
“Dicho fondo debe destinar sus recursos a financiar los planes, programas y proyectos para facilitar prioritariamente el acceso y el servicio universal de todos los habitantes del territorio nacional a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), garantizar el fortalecimiento de la televisión pública, la promoción de los contenidos multiplataforma de interés público y cultural, y la apropiación social y productiva de las TIC, entre otros”, detalló el jefe de la cartera.