El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, aseguró que continuarán las exploraciones de hidrocarburos para garantizar la seguridad energética en el país.

En el marco del congreso de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), el cual se adelanta en la ciudad de Cartagena, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, aseguró que continuarán las exploraciones de hidrocarburos en la búsqueda de nuevos pozos de petróleo y gas.

Este mensaje va en línea con lo ya comunicado por el actual ministro de Minas y Energía, Ómar Andrés Camacho, quien aseguró que se mantendrá la actividad exploratoria en el país pues se considera no solo vital para la garantía de la autosuficiencia energética de Colombia, sino para el plan gubernamental de transición energética.

Años atrás este tipo de declaraciones no tendrían nada novedoso, pues buscar hidrocarburos para aumentar las reservas de petróleo y gas en Colombia prácticamente era el corazón del quehacer de Ecopetrol y la cartera de Minas.

Sin embargo hay que recordar que bajo el mandato de Gustavo Petro se ha querido apostar a la transición energética, restando protagonismo a los combustibles fósiles y privilegiando otras fuentes más limpias como los parques solares, eólicos y el hidrógeno verde.

“Descarbonización de la economía” es el término que emplea el presidente Gustavo Petro cuando se refiere a este tipo de tópicos, proponiendo que el principal activo del país deje de ser el petróleo para transicionar a una economía basada en las energías limpias y el turismo. 

Es por lo anterior que el año pasado la exministra de Minas, Irene Vélez, había dicho que Colombia no suscribir nuevos contratos de exploración, poniendo prácticamente en marcha una cuenta regresiva que le indicaba al país el tiempo que tenía para abandonar su consumo habitual de energía y pasar a esas fuentes más amigables con el medio ambiente.

Aunque en su momento no se contaba con este dato, el más reciente reporte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) dice que las reservas petroleras del país alcanzan para 7,5 años, mientras que las de gas dan para 7,2 millones. 

Frenar la exploración se traduce en la imposibilidad de aumentar estas reservas, pues habría espacio para encontrar nuevos yacimientos. El problema es que si en esos siete años no se logra la denominada transición, el país estaría condenado a importar el combustible que hoy produce y refina, lo que se traduciría en un aumento del precio de estos y la pérdida de la autosuficiencia energética. 

Ahora bien, las declaraciones del ministro de Minas y del presidente de Ecopetrol no pueden interpretarse como que habrá nuevas contrataciones de exploración, sino más bien que se seguirá apostando a la exploración con los contratos que ya se encuentran suscritos (que suman más de 300 entre exploración y explotación). 

Parte de los argumento que en algún momento empleó el gobierno es que no se requieren más contrataciones porque hasta la fecha hay suficientes. Sin embargo, lo que muchos han cuestionado es que se cierre la puerta a nuevas oportunidades. De momento el mensaje que viene desde el gobierno y Ecopetrol es claro: se seguirá intentando aumentar las reservas energéticas del país.