Desde la COP28, en Dubái, el Ministerio de Minas del país presentó el primer proceso para producirla desde el Caribe colombiano.

La cumbre climática, en Dubái, ha sido una gran plataforma de anuncios para Colombia. En los últimos cinco días, el presidente del país, Gustavo Petro, junto a un gabinete de ministros (entre los que se encuentran el de Minas y Energía, Ambiente, Hacienda, Comercio y Turismo), ha presentado una serie de proyectos con los que se espera dejar atrás la dependencia a los combustibles fósiles, atraer inversionistas y encaminarse a cumplir las metas climáticas del Acuerdo de París. 

Hoy martes, desde el pabellón de Colombia, mientras tenía lugar el día de la transición energética en la COP28, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, hizo otro anuncio. Lo resumió en una frase difícil de recordar: “el lanzamiento oficial de los pliegos y bases de condiciones específicas para la primera ronda de permiso de ocupación temporal, con destino a la generación de energía eólica costa afuera”.

En palabras más sencillas, se trata del primer proceso competitivo para generar energía de fuentes renovables desde el mar. “Con la creación de áreas de energía eólica costa afuera queremos tomar el liderazgo en Latinoamérica y del Caribe, en un proceso de transición ecológica, energética y económica justa en el que han participado todos los ministerios”, aseguró el ministro Camacho.

En compañía de delegados de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, funcionarios del Minminas, el presidente de Ecopetrol, y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, lanzó los pliegos de condiciones para proyectos de eólica offshore que estaban proyectados para agosto de este año. Con estos, buscan cumplir la meta de generar seis gigavatios provenientes solo de energía renovable, solar y eléctrica, para 2026. 

Actualmente, anunciaron también en el evento, el país alcanzó la primera giga de generación con estas fuentes renovables.

“En agosto de 2022 presentamos la hoja de ruta de la transición energética en Colombia. Desde entonces, desarrollamos estudios, análisis y diagnósticos de lo que puede ser la transición energética en el país. Ahora, entramos de lleno a la implementación de esos programas”, agregó el ministro Camacho. 

Específicamente, sobre la eólica offshore, el proceso junta a tres entidades clave. La Dirección General Marítima, que hace parte del Ministerio de Defensa; el Ministerio de Minas, y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Esta última, que antes se dedicaba a la asignación de pozos petroleros, ahora estará encargada de asignar las áreas de energía eólica costa afuera. “Con toda esa experiencia y capacidad, la ANH también se suma al proceso de transición, donde espera convertirse en la Agencia Nacional de Energía, como parte de esa transformación”, aseguró el ministro Camacho.

La energía eólica costa afuera en Colombia

En el océano, el viento alcanza mayores velocidades que en tierra y es menos inestable, porque no tiene tantos obstáculos, como edificios o montañas, que limiten su paso. Y el mundo ha empezado a notarlo. Solo en 2021 la instalación de energía eólica offshore se triplicó en el planeta, alcanzando cifras récord. Se pasó de producir 6,8 gigavatios (GW) en 2020, a producir 21,1 GW el año siguiente. 

Colombia está entre los lugares del mundo que resaltan por su potencial. “Somos el primer país de Latinoamérica y el Caribe en lanzar lo que conocemos como la ‘licitación de los términos’ de la eólica costa afuera”, aseguró Juan Carlos Bedoya, jefe de la oficina de regulación del Minminas, durante la presentación de los pliegos.

Este lanzamiento tiene lugar mientras el desarrollo de energías renovables en tierra ha tenido varios tropiezos. Un informe reciente de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia) evidenció que más del 60% de los proyectos de energía renovable no convencional que tiene Colombia, y que esperaban iniciar operación, presentan algún tipo de retraso por conflictos sociales, ambientales o jurídicos.

Por otro lado, insistió Bedoya, el país tiene velocidades de viento en la costa norte que pueden alcanzar hasta los 20 metros por segundo, durante todo el año. “Eso está por encima del promedio del mundo. Por eso, vemos la eólica como una gran oportunidad”.

Esta primera área se encuentra sobre la costa de los departamentos de Magdalena, Atlántico y Bolívar. Además de la velocidad del viento, explicaron desde Dubái, esta zona tiene la industria portuaria más desarrollada en la región. El área que se está subastando es de 8.000 km cuadrados, y aseguran que no hay ningún impedimento para el desarrollo de los proyectos.

El polígono o área donde se van a impulsar estos proyectos fue seleccionada por la Dimar, que, “en sus funciones como autoridad y en el ejercicio de planeación marino-costera, considera que este es el lugar con mayor aptitud para desarrollar este tipo de actividades”, afirmaron en el evento. Para terminar de concretarlo, todavía quedan varios retos.

Como explicó Bedoya, pensar en el montaje de instrumentos para la eólica costa afuera es como armar un lego. “Todas esas partes y tienen que poder acoplarse en un puerto cercano”, dice. De ahí a que sea necesario que, mientras el proceso avanza, los puertos también desarrollen la infraestructura necesaria para poder instalar y hacer mantenimiento a los grandes molinos.

Los proyectos también se enfrentan a algunos reparos ambientales y sociales. La costa Caribe colombiana, donde se presenta el mayor potencial para la energía eólica fuera de costa en el país, es también un sitio con zonas protegidas, áreas de importancia biológica y ecológica, hábitats críticos y claves para la conservación de especies y ecosistemas. Sus aguas son utilizadas por pesquerías artesanales y comerciales, y parte de la zona continental es territorio ancestral de comunidades indígenas.

Actualmente, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -indicaron desde el Minminas- trabaja en los términos de referencia para la elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental de este tipo de proyectos, sobre los que se determinará si cada proyecto que se presente es viable o no ambientalmente.

Por primera vez, agregan desde la ANH, “estamos incluyendo un componente de innovación, que justamente va en la línea de justicia de la transición energética”. “En este sentido, las compañías deben presentar un programa de transferencia de capacidades técnicas, en donde buscamos que, desde etapas muy tempranas del proyecto, desarrollen la cadena productiva con el entorno en el cual se encuentran estos proyectos”.

¿Qué compañías está buscando Colombia para la eólica costa afuera?

Margarita Nieves, asesora de la ANH, explicó a El Espectador que, desde que inició la construcción de este marco normativo, se recibieron cerca de 400 comentarios. “Hemos escuchado a la industria, e incorporamos los cambios que permiten flexibilizar el proceso y garantizar la mayor concurrencia de participantes. Eso quedó incluido en estos pliegos definitivos que estamos lanzando”, aseguró.

Entre los requisitos, está ser compañías que cuenten con experiencia a nivel internacional en la construcción de parques eólicos costa afuera o en el desarrollo de los mismos; que tengan músculo financiero suficiente para este tipo de proyectos, y que cuenten con ciertos requisitos jurídicos y legales.

Quienes obtengan los permisos podrán adelantar estudios, tramitar licencias y realizar actividades para acceder a una concesión marítima, algo así como un permiso temporal de ocupar esa zona del mar. En principio, la concesión será de ocho años, en los que podrán hacer todos los análisis y estudios para ver si el negocio es rentable para la empresa. Si el proceso llega a buen término, allí mismo se podrá construir y operar el parque eólico offshore.