Este medio de pago comenzó a utilizarse ene l país hace unos ochos años y forma parte de los cambio promovidos por la ley de Inclusión Financiera.
Las tarjetas de dinero electrónico funcionan igual que las tarjetas de débito, con la diferencia de que no están asociadas a una cuenta bancaria.
Este tipo de tarjetas permiten comprar bienes, pagar servicios, realizar operaciones de débito automático, e incluso retirar efectivo de cajeros y dispensadores de billetes.
Las operaciones se realizan contra los fondos que la persona tiene y son instrumentos emitidos en Uruguay por entidades controladas por el Banco Central del país charrúa (BCU). Esta figura fue creada en la ley de Inclusión Financiera y es parte de los muchos cambios que implementó el sistema de pagos en la última década.
Actualmente en Uruguay hay tres modalidades de tarjetas: dinero electrónico general, especial-mixto y dinero electrónico para alimentación.
Las cifras generales muestran que al cierre del primer semestre de 2024 había emitidas casi 4,4 millones de tarjetas, según datos del BCU.
Con esos instrumentos se hicieron 58,8 millones de operaciones y por un monto total de $ 85.370 millones (US$ 2.022 millones), que medido en pesos constantes se incrementó 16% respecto a la primer mitad de 2023.
Al igual que ocurre con otros medios de pago, como la tarjeta de débito, los montos y las transacciones operados con este instrumento tuvieron un crecimiento exponencial a partir de 2016.
DINERO ELECTRÓNICO MIXTO
El tipo de dinero electrónico más utilizado es el especial-mixto. Así se denomina a la tarjeta cuando los fondos depositados en ella tienen origen de manera exclusiva o parcial en remuneraciones salariales, honorarios profesionales, pasividades u otras prestaciones.
Entre enero y junio se registraron 28,9 millones de operaciones, por un monto total de $ 45.651 millones (US$ 1.081 millones). Su uso creció 31% en la comparación interanual.
En cuanto al tipo de operación que se hace con estas tarjetas mixtas, prevalece ampliamente su uso para compra de bienes y servicios. Sin embargo, al analizar los montos operados, alrededor de 60% corresponde a retiros de dinero en efectivo.
Al cierre del semestre había 1,5 millones de tarjetas en Uruguay. Algo más de 553 mil estaban activas, es decir, tuvieron al menos un movimiento, ya sea un ingreso o egreso de dinero. Y casi 366 mil estaban activas con consumo, es decir son tarjetas que registraron compras.
DINERO ELECTRÓNICO GENERAL
La segunda modalidad más extendida es el dinero electrónico general. Así se denomina cuando los fondos que se depositan en ella tienen orígenes diversos. Por ejemplo, puede combinar ingresos salariales con otros depósitos, como recargas o transferencias.
Durante el primer semestre de 2024 se realizaron 22,2 millones de operaciones con este tipo de tarjetas y por un monto total de $ 34.373 millones (US$ 814 millones), de acuerdo con el histórico de datos que publica el BCU.
Al interior de esos datos se observa que más del 90% de las operaciones fueron para pagar compras de bienes y servicios. Vale mencionar que el dinero electrónico tiene los mismos beneficios tributarios que rigen para las tarjetas de débito, como la rebaja de dos puntos porcentuales de IVA.
Las transacciones con este tipo de dinero “general” son las que exhibieron mayor dinamismo en el período analizado, con un 60% más de operaciones en la comparación interanual.
DINERO ELECTRÓNICO PARA ALIMENTACIÓN
La tercera modalidad es la de dinero electrónico para alimentación, lo que antes se denominaba tikets. Hubo casi 7,7 millones de operaciones por un monto total de $ 5.346 millones (US$ 126 millones). El parque de instrumentos era de casi 653 mil plásticos, 198 mil estaban activas, y 151 mil registraron consumos.
Las partidas de alimentación cuentan con exoneración de aportes a la seguridad social y no pueden superar el 20% del salario nominal del trabajador.