Los reguladores de once países plasmaron su posición en un memorando de entendimiento reconociendo que los juegos en línea constituyen el presente y futuro inmediato del sector. Pero, al mismo tiempo, pidieron endurecer la regulación para combatir el juego ilegal. Y recomendaron, en este sentido, cursar comunicaciones a los parlamentos nacionales para que tomen conocimiento sobre la importancia de regular esta industria.
La Séptima Cumbre Iberoamericana del Juego concluyó esta semana en la capital panameña con un mensaje a favor de una mayor regulación de los juegos de azar en línea.
El estado de la industria en Iberoamérica tras la pandemia, la tributación, los desafíos regulatorios derivados del avance tecnológico o la experiencia de los países que introdujeron regulaciones sobre el juego en línea fueron asuntos destacados del encuentro, según JAK Comunicación, entidad organizadora del encuentro junto con CIBELAE (Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas del Estado) y PROMTUR (Fondo de Promoción Turística de Panamá).
Los reguladores de once países plasmaron su posición en un memorando de entendimiento reconociendo que los juegos en línea constituyen el presente y futuro inmediato del sector. Pero, al mismo tiempo, pidieron endurecer la regulación para combatir el juego ilegal. Y recomendaron, en este sentido, cursar comunicaciones a los parlamentos nacionales para que tomen conocimiento sobre la importancia de regular esta industria.
Las autoridades regulatorias también reconocieron la problemática de las entidades bancarias con la apertura de cuentas y el modelo de negocio. Recomendaron normativas adoptadas por consenso con el sector bancario además de informar mejor a este último sobre los estándares de la industria del juego.
También estimaron necesario desarrollar actuaciones para prevenir el juego compulsivo y que la actividad pueda ser considerada como socialmente responsable. Esta política estatal, añadieron, no puede ser aplicable solamente a las jurisdicciones de juegos, sino que las instituciones deben coordinarse para orientar y tratar a quienes padecen ludopatía.
Los reguladores, además, propusieron incluir en estas políticas a los operadores de juegos de azar para desarrollar acciones responsables que minimicen los efectos adversos de esta actividad.
Manuel Sánchez, secretario ejecutivo de la Junta de Control de Juegos del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá, manifestó la necesidad de eliminar los estigmas que acompañan al sector del juego. Destacó, entre otras cuestiones, que la industria aporta más de 10,7 millones de dólares cada año a la seguridad social panameña, crea miles de empleos y genera salarios de casi 90 millones de dólares anualmente en Panamá.
El documento de los reguladores fue avalado por las autoridades de Buenos Aires y Mendoza, Argentina; de Chile, El Salvador, Colombia, Paraguay, Perú, Portugal, Costa Rica, Ecuador, Bolivia y Panamá.
