
El diálogo sobre el SICE-TAC sumó nuevas críticas a las soluciones que se han brindado para determinar los costos de transportar mercancías en Colombia. Según Analdex, falta escuchar a los generadores, no solo a los camioneros.
El sistema de fletes de Colombia continúa sobre la mesa para dialogar con los gremios del sector transporte, un debate que, si bien ha evolucionado desde el paro camionero de septiembre pasado, es unos de los acuerdos críticos para los actores de la cadena logística.
El Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte Automotor de Carga (SICE-TAC), diseñado para regular los costos mínimos de operación del sector, tiene opiniones divididas en ambos partes, especialmente de los camioneros.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) cuestionó la falta de micrófono para los generadores de carga.
En la más reciente reunión del Comité de Transporte y Logística de Analdex, su presidente, Javier Díaz Molina, criticó que los generadores de carga (las empresas que contratan el transporte de mercancías) no han sido incluidos en la discusión sobre el sistema, ya que “solo se ha contado con la participación de los transportadores”, dijo.
La regulación del SICE-TAC no es nueva, pero su reforma cobró relevancia a raíz del paro camionero, cuando el gremio de transportadores protestó por el alza en el precio del diésel y otras condiciones económicas que consideraban injustas.
Una vez logrado el acuerdo en septiembre, dos meses después, el Ministerio de Transporte de Colombia, entonces liderado por María Constanza García, informó sobre la elaboración de dos resoluciones para modificar tanto el SICE-TAC como el Registro Nacional de Despachos de Carga (RNDC).
En noviembre, se publicaron los cambios propuestos y se abrió un espacio de participación pública, en el que se recibieron 250 observaciones.
Las modificaciones clave incluyeron:
- Obligatoriedad de costos mínimos de operación: ya no son solo valores de referencia, sino un piso que no puede ser vulnerado.
- Incorporación de volquetas y carga liviana en el SICE-TAC: estos vehículos ahora tienen una regulación específica.
- Registro de tiempos logísticos en tiempo real: se exige el uso de tecnologías de monitoreo para garantizar tiempos adecuados de cargue y descargue.
- Revisión mensual de costos: antes era trimestral, pero la fluctuación del precio del diésel llevó a un ajuste más frecuente.
Estas medidas fueron bien recibidas por los transportadores, pero los generadores de carga, representados por Analdex, se han mostrado críticos. Diego Rengifo, vicepresidente técnico del gremio, cuestionó la falta de un límite máximo en los costos de fletes: “si hay un piso en el SICE-TAC, debería haber un techo. Esto es contradictorio”.
LA POSTURA DEL GOBIERNO Y LAS SANCIONES EN MARCHA
El 26 de diciembre de 2024, la Superintendencia de Transporte emitió una circular en la que estableció nuevas normas de control para garantizar el cumplimiento del SICE-TAC.
En esta, se prohibió pactar valores de fletes por debajo de los costos eficientes y se advirtió que las violaciones serían sancionadas como competencia desleal.
Según la superintendente Ayda Lucy Ospina Arias, la entidad utilizará “herramientas tecnológicas” avanzadas para detectar irregularidades y evitar que los transportadores sean obligados a aceptar pagos inferiores a los costos establecidos.
Además, toda operación deberá establecerse en un registro obligatorio en el RNDC, en que toda operación debe cumplir con los valores de los fletes.
En caso de incumplimiento podrían enfrentar cancelación de habilitaciones y multas.
La postura de Analdex desde noviembre ha sido que los cambios en el SICE-TAC encarecerían las rutas de exportación.
Con el aumento del precio del diésel y la obligatoriedad de costos mínimos, el gremio estima que los fletes podrían subir hasta 8%, impactando directamente a exportadores e importadores.
“No se podía seguir profundizando el déficit fiscal del país subsidiando el diésel, pero el ajuste debe ser gradual y coordinado con todos los actores”, sostuvo Díaz Molina.
Las mesas de diálogo con los transportadores continúan, una negociación heredada desde el paro de septiembre, marcada por tensiones y avances parciales en los 15 puntos acordados.
La ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, reafirmó desde su entrada en febrero el compromiso de mantener conversaciones permanentes sobre los 15 acuerdos en discusión, entre ellos el aumento del diésel, principal punto de fricción a principio de año por el aumento de $169 por galón (US$ 0,04) desde el 1 de enero, cuando los transportadores argumentaron que el Gobierno de Petro incumplía el congelamiento pactado.