Los precios del crudo subieron a principios de semana, impulsados por el compromiso de Arabia Saudita de reducir el bombeo, pero recortaron sus ganancias por el aumento de las reservas de combustible en Estados Unidos y los débiles datos de exportación chinos.
Los precios del crudo subían este viernes y se mantenían prácticamente estables en la semana, ya que la preocupación por el crecimiento de la demanda petrolera se veía compensada por los recortes de la producción saudí.
El grupo de naciones petroleras, conocido como OPEP+, se reunió en Viena durante el fin de semana para revisar y actualizar su política petrolera.
Arabia Saudita se comprometió a reducir los suministros en 1 millón de barriles por día en julio, los recortes del grupo anunciados en abril y efectivos desde el mes pasado se extienden hasta 2024, y el grupo acordó cómo alinear los niveles de producción de referencia de cada miembro con las realidades reales del suministro a partir del próximo año.
Durante la jornada, los futuros del crudo Brent subían 20 centavos, o un 0,26%, a US$ 76,17 el barril, mientras que el West Texas Intermediate avanzaba 20 centavos, o un 0,28%, a US$ 71,49.
Los precios del crudo subieron a principios de semana, impulsados por el compromiso de Arabia Saudita de reducir el bombeo, pero recortaron sus ganancias por el aumento de las reservas de combustible en Estados Unidos y los débiles datos de exportación chinos.
"Ahora la atención volverá a centrarse en la precaria situación de la demanda de petróleo", afirmó Stephen Brennock, analista de PVM, citado por la agencia Reuters.
¿QUÉ VIENE?
"Estos cambios son más bien un ajuste de la política petrolera y no implican un cambio fundamental significativo. Dicho esto, los esfuerzos adicionales de Arabia Saudita son algo sorprendentes, pero se alinean con el papel de liderazgo del país. El impacto de estos ajustes en el mercado depende de varias preguntas abiertas. Especialmente Arabia Saudita fue bastante abierta al ver el mercado sesgado por los especuladores en las semanas anteriores", indica Norbert Rücker, Head Economics and Next Generation Research, en la firma Julius Baer.
De hecho, para la entidad el sentimiento del mercado del petróleo parece bastante bajista, en gran medida influenciado por la pérdida de impulso económico de China.
Sin embargo, cuanto más benignos reaccionan los precios a las decisiones, más expuesta se vuelve Arabia Saudita con su movimiento unilateral.
"Las discusiones aparentemente largas e intensas apuntan a los diversos intereses opuestos dentro del grupo. Algunos miembros podrían tomar el cumplimiento con menos seriedad en la estela del liderazgo de Arabia Saudita. Hasta la fecha, países como Libia, Irán y Venezuela operan fuera de las restricciones de cuota, pero aumentan gradualmente la producción, lo que podría desafiar la cohesión del grupo en el futuro, una cohesión que ha sido inusualmente alta desde mediados de 2020", enfatiza Rücker.
En general, la política petrolera sigue determinada por las tendencias económicas y las fuerzas del mercado, como lo implican los ajustes continuos de este año. Pero políticamente Julius Baer ve que cada vez hay más razones que podrían desafiar la cohesión y coordinación del grupo.
"En consecuencia, vemos la política petrolera como un elemento principal de incertidumbre para los precios del petróleo en el futuro que agrega ruido y volatilidad pero no cambia significativamente las tendencias establecidas. Estas tendencias siguen dominadas por el estancamiento de la demanda de petróleo del mundo occidental, la creciente producción de esquisto y los flujos sostenidos desde Rusia. El repunte percibido en el nerviosismo entre las naciones petroleras con las condiciones del mercado se alinea con esta evaluación", sentencia en analista.
¿Y AMÉRICA LATINA?
Eduardo Tognarelli, analista de FXGlobe considera que la situación actual en torno a las decisiones de la OPEP+ puede tener efectos mixtos en los países de América Latina.
Para el experto, aquellos que son grandes productores y exportadores de petróleo, como Venezuela, México, Brasil, Colombia y Ecuador, podrían beneficiarse de la reducción de la oferta global y el eventual aumento de los precios del petróleo, lo que les permitiría generar mayores ingresos por exportación y mejorar su balanza comercial.
Sin embargo, los países de América Latina que dependen en gran medida de las importaciones de petróleo, es decir, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, República Dominicana, entre otros, podrían enfrentar desafíos económicos.
"El aumento de los precios del crudo podría aumentar los costos de importación de energía, lo que podría impactar la inflación y el gasto público. Además, un incremento generalizado en los precios del petróleo podría afectar el poder adquisitivo de las personas y generar presiones inflacionarias", expresó.
El impacto en el tipo de cambio de los países de América Latina también dependerá de su posición como exportadores o importadores de petróleo.
"Los países exportadores de petróleo podrían experimentar una fortaleza en su moneda debido al aumento de la demanda de su moneda nacional impulsada por los mayores ingresos por exportación del llamado 'oro negro'. Por otro lado, los países importadores de petróleo podrían enfrentar una debilidad en su moneda debido a los mayores costos de importación de energía", concluyó Tognarelli.