Entre 2019 y 2023, la agroindustria porcina duplicó su producción total, superando los US$ 4.600 millones. Los avances en cría y transformación industrial impulsaron el crecimiento económico del sector.
La agroindustria porcina de Colombia ha registrado un crecimiento histórico en los últimos años, una evidencia sólida de que, con el tiempo, el país cafetero ha comido más carne de cerdo.
Entre 2019 y 2023, la producción total de la fase pecuaria, que incluye la cría y manejo de cerdos antes de su procesamiento industrial, prácticamente se duplicó, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Este salto significó pasar de $3,7 billones (US$ 829 millones) en 2019 a $8,3 billones (US$ 1.861 millones) en 2023, un incremento de 125%. Dicho de otra forma, por cada $100 (US$ 0,022) generados en 2019, la cifra se transformó en $225 (US$ 0,050) el año pasado, reflejando la solidez del sector.
En 2023, el consumo per cápita de carne de cerdo fue de 13,5 kg, según la Asociación Colombiana de Porcicultores. Esto equivale a un total nacional de cerca de 560.000 toneladas anuales, de acuerdo con PorkColombia, un crecimiento sostenido durante 13 años a un ritmo de 8,9% anual.
La fase pecuaria comprende las actividades relacionadas con la cría y manejo del ganado porcino, una etapa clave del proceso productivo que antecede a la transformación industrial.
En este contexto, 77,3% de la producción de esta fase provino de sistemas formales de cría, es decir, aquellos que cumplen con regulaciones y estándares establecidos, mientras que 22,7% restante correspondió a sistemas no formales.
CRECIMIENTO ECONÓMICO Y GENERACIÓN DE EMPLEO
El impacto del sector porcino va más allá de las cifras. Este crecimiento económico ha impulsado el empleo, especialmente en regiones clave como Antioquia, Cundinamarca y Cauca, donde la industria lidera la producción.
Además, la ampliación de la oferta de carne de cerdo contribuye a estabilizar los precios para los consumidores, generando un beneficio directo para las familias colombianas.
El crecimiento del sector también ha impactado positivamente a los trabajadores y al sistema fiscal. El informe detalló que las remuneraciones laborales en la fase pecuaria aumentaron de $195.000 millones (US$ 43,7 millones) en 2019 a $332.000 millones (US$ 74,4 millones) en 2023, mientras que los impuestos asociados a la producción pasaron de $26.000 millones (US$ 5,8 millones) a $60.000 millones en el mismo periodo (US$ 13,4 millones).
CONSUMO INTERMEDIO Y COSTOS ASOCIADOS
El consumo intermedio, que incluye bienes y servicios utilizados en el proceso productivo, también experimentó un aumento significativo. Este pasó de $2,8 billones (US$ 627,8 millones) en 2019 a $4,9 billones (US$ 1.098 millones) en 2023.
De este total, 65% correspondió a costos asociados a la fase industrial, subrayando la importancia de esta etapa en la cadena de valor.
LOS APORTES DE LA FASE PECUARIA E INDUSTRIAL
En términos globales, la agroindustria porcina de Colombia produjo $20,7 billones (US$ 4.641 millones) en 2023.
De esta cifra, la fase industrial, encargada del procesamiento y transformación de los productos derivados del cerdo, aportó 58,3%, mientras que la fase pecuaria contribuyó con 41,7%.
El valor agregado total del sector alcanzó los $6,8 billones (US$ 1.524 millones), de los cuales 55,4% correspondió a la fase pecuaria y 44,6% a la fase industrial.
Este indicador es crucial, ya que mide la riqueza generada directamente por la industria y su impacto en la economía colombiana.
Así las cosas, la industria porcina del país cafetero no solo ha duplicado su valor en los últimos cuatro años, sino que también ha fortalecido la generación de empleo, el desarrollo regional y la cadena de suministro.
Este avance consolida al sector como un pilar clave para el crecimiento económico del país y el bienestar de los consumidores.