Una integración en suspenso y el cese de operaciones de Viva Air y Ultra Air dan cuenta del mal momento que atraviesan las aerolíneas cafetaleras que por diversos factores económicos se han visto imposibilitadas de volar.
La semana pasada, finalmente la Aeronáutica Civil (Aerocivil) de Colombia autorizó la integración de Viva Air y Avianca tras varios meses de espera. Sin embargo, esta decisión no tuvo el desenlace esperado. Y es que después de que la low cost decidiera suspender sus operaciones en febrero y debido a que esta aprobación está sujeta a una serie de condiciones, hizo que el otrora principal interesado repensara la viabilidad de esta operación.
Así, tras conocerse la decisión del regulador aeronáutico colombiano, Avianca, a través de un comunicado, expresó que estudiará los pasos a seguir. “Dadas las implicaciones operativas, financieras y técnicas de la decisión de la Aerocivil, Avianca estudiará a la mayor brevedad la resolución y las implicaciones de las medidas expuestas por la autoridad para determinar la viabilidad en el cumplimiento de las mismas”, dijo la aerolínea.
En ese sentido Avianca argumentó que Viva Air ya no cuenta con las mismas capacidades –red de rutas, aviones, trabajadores- que tenía antes de la suspensión temporal de sus operaciones, “factor que debe ser analizado al detalle para determinar la pertinencia de las condiciones establecidas por la Aeronáutica Civil”.
Además, la medida del regulador da carta abierta para recursos de apelación y reposición no solo por parte de las dos aerolíneas involucradas, sino de otras interesados durante el proceso: Latam, Wingo, Ultra Air y Aerolíneas Argentinas.
“Hasta que eso ocurra, Avianca no está facultada para intervenir en la situación operativa ni financiera de la aerolínea Viva, ni podrá resolver, como exige la resolución, la situación de los usuarios afectados por la low cost”, señala el comunicado de Avianca.
ESCENARIO CON TURBULENCIAS
Para Juan Fernando Puerta, director de la Práctica de Derecho Aeronáutico del estudio de abogados Cuatrecasas, en caso Avianca desista de la integración con Viva Air sería uno de los escenarios menos deseables para el mercado. “Viva Air quedaría sin mucho margen de maniobra financiera para poder reiniciar operaciones y atender el pasivo que tiene pendiente. Es probable que un desistimiento de la integración implique que la crisis de Viva Air se agudice”, dice el abogado colombiano.
Pese a las condiciones impuestas por Aerocivil han restado atractivo a esta integración, Puerta afirma que estas procuran entender la situación especial de Viva Air y permitir la integración, y por el otro, balancear esta situación evitando que se configuren monopolios en rutas y en el uso de los slots en el aeropuerto de Bogotá.
Por otro lado, José Cárcamo, profesor de ESAN, asegura que la incertidumbre sobre esta integración impacta también a la aerolínea legacy. “Muchos dicen que Avianca va a ganar mucho dinero si se integra con Viva, pero también se está jugando su supervivencia. Si no llega a un acuerdo, hay otros postores interesados, como Latam. Si lo compra un competidor este se hace muy fuerte, porque Viva tenía muy buenos slots de operación. Avianca está saliendo del Capítulo 11 y le conviene tener este mercado, y la regulación le exige mantener el modelo low cost lo cual es válido y va a beneficiar a los usuarios y Avianca o a la empresa que compre viva Air en caso se caigan las tratativas con Avianca”, dice.
LOS FACTORES DELA CAÍDA LOW COST
Al cese de operaciones de Viva Air el mes anterior se le suma la misma medida tomada por otra low cost colombiana, Ultra Air.
En un comunicado difundido ayer, la aerolínea acusó al entorno macroeconómico adverso para la industria, “como el incremento en el costo del combustible y la tasa de cambio, generaron un alza sustancial de costos para las aerolíneas, lo que conllevó a operar deficitariamente durante los últimos meses”.
“Las aerolíneas deben lograr ser eficientes en un entorno muy competitivo y complejo como el actual con el tema del combustible y en el futuro con el tema de las regulaciones medioambientales. Todo eso se tiene que conseguir a través de tamaño y economías de escala y eso va a ser lo que va a acontecer de aquí en adelante”, dice Eliseo Llamazares, Socio Líder de Aviación y Turismo para KPMG en LATAM.
La forma para alcanzar esto, según Llamazares, es a través de la consolidación de la industria. “Las integraciones son algo que se lleva haciendo desde hace muchos años, pero el desconocimiento por parte de autoridades o gobiernos de lo que significa la industria aérea ha llevado a que se mire con lupa aquellas integraciones que tienen un carácter puro económico o accionario. Las consolidaciones a través de integraciones o alianzas es algo natural y necesario, precisamente para dar servicio al pasajero y que este pueda volar sin ningún tipo de trabas”, dice.
Por ello, según el socio de KPMG, la viabilidad de aerolíneas con pocos aviones es casi nula: “La industria necesita economías de escala, no tiene sentido [que existan] compañías aéreas con tres, cuatro o cinco aviones, sino que empiezan a ser eficientes cuando tienen 25, 50 o 100 aviones y puedes reducir los costos. Generalmente estas eficiencias las llevas hacia el cliente ofreciendo tickets de un menor valor y cuando hay tickets así, el precio es súper elástico respecto a la demanda, con lo cual las aerolíneas consiguen crear más demanda y generar mucho más tráfico”, afirma.
En ese sentido, las operaciones de integración, alianzas o fusiones serán la tendencia en los próximos meses. “La situación económica, política y social de Latinoamérica indica que la economía va a decrecer y cuando hay crisis las empresas pequeñas quiebran. Una alternativa para evitar esto es que otra empresa las compre y les den algo de dinero en vez de no recibir nada, en caso de una quiebra. Esta será la única forma de sobrevivir, especialmente en medio de una crisis inflacionaria, altas tasas de interés y el conflicto entre Rusia y Ucrania. Las fusiones serán la salida para evitar las quiebras y que los negocios sigan funcionando”, dice José Cárcamo.
El entorno actual para las aerolíneas latinoamericanas, especialmente las low cost colombianas, se ve bastante difícil. “Un escenario de incertidumbre como el que lleva el mercado desde hace varias semanas, es el peor para los usuarios y la conectividad del país, pues no saber si una aerolínea como Viva Air va a reiniciar operaciones, y bajo qué condiciones, o si finalmente va a desaparecer, implica que la oferta para los viajes se encuentre reducida para las temporadas que de acercan, y además, que a quienes todavía no se les ha resuelto su situación con reservas en Viva Air, bien con reembolsos o reacomodación, sigan alargando la espera. Esto se vuelve aún más sensible cuando los anuncios sobre Ultra Air dan a entender que la aerolínea está atravesando por una situación muy delicada”, dice Juan Fernando Puerta.
Por ahora los viajeros varados en diversos aeropuertos de Colombia son los que pagan los platos rotos con vuelos cancelados, reprogramados o a la espera de ser atendidos por algún plan de apoyo de otra aerolínea o simplemente acceder a la devolución de su dinero. Un panorama muy high cost, por el momento.