El director de GSMA para América Latina afirma que la eliminación de regulaciones obsoletas y la simplificación normativa son cruciales para fomentar la innovación y promover el desarrollo de nuevos productos y servicios digitales. Son tres las recomendaciones principales: la gestión del espectro, el despliegue de infraestructura y la simplificación regulatoria.
A principios de julio, la entidad 5G Americas dio a conocer que las conexiones globales 5G alcanzaron casi 2 mil millones en el primer trimestre de 2024 con 185 millones de nuevas adiciones. En ella, Estados Unidos lidera con 220 millones de conexiones. Sin embargo, América Latina también experimentó un sólido crecimiento en las conexiones 4G LTE y 5G, añadiendo ocho millones de nuevas conexiones LTE para un total de 591 millones en toda la región.
“En el contexto global, América Latina no es una de las regiones líderes en términos digitales o en el despliegue de nuevas tecnologías. Pero la buena noticia de eso es que con cada G o generación que se ha ido implementando, la cantidad de años que ha tardado en llegar en América Latina respecto a los países líderes se ha reducido” explica a AméricaEconomía Lucas Gallitto, director para América Latina de la GSMA.
GSMA es una asociación global que agrupa a más de 750 operadores de telecomunicaciones y empresas del ecosistema digital en todo el mundo, sumando un total de aproximadamente 1.500 miembros. En América Latina cuenta con alrededor de 60 operadores, entre las cuales se encuentran WOM, Tigo, Millicom, Telefónica, América Móvil, entre otros.
De acuerdo con el reporte 'La Economía Móvil en América Latina 2024' lanzado en junio por GSMA, el 55% de las conexiones móviles en la región serán 5G para 2030. A finales de 2023 fue de 5% y se espera un impulso del 14% para 2025. En abril, 29 operadores en 10 países lanzaron servicios comerciales de 5G.
Si bien el 65% de la población regional utiliza internet móvil, 225 millones de personas aún no lo hacen debido a barreras relacionadas con factores como la asequibilidad de los dispositivos y la falta de habilidades digitales, explica el mismo estudio. La brecha de uso es más amplia en Guatemala (49%), Ecuador (41%) y Perú (40%).
Aún así, el sector móvil contribuyó con US$ 520.000 millones (8% del PIB) a la economía de América Latina, y contribuyó con 2 millones de empleos en 2023. Se prevé que la contribución económica de la industria aumentará a US$ 600.000 millones para 2030, de los cuales US$ 70.000 millones provendrán del 5G. Asimismo, las conexiones IoT celulares con licencia pasarán de 74 millones en 2023 a 125 millones para 2030, con Brasil y México representando casi el 80% del crecimiento, resalta el estudio de GSMA.
AVANCE LATINO
LA GSMA realiza estudios específicos por país, generalmente haciéndolos coincidir con elecciones presidenciales, de modo de resaltar a los gobiernos entrantes los desafíos y oportunidades en telecomunicaciones y 5G.
Los dos más recientes son México y Panamá, países que sostuvieron elecciones este año.
Al respecto, en Panamá, la reciente coyuntura electoral ha destacado la necesidad de una política de espectro a largo plazo, un despliegue eficiente de infraestructura digital y la simplificación regulatoria. “La sugerencia de GSMA sugiere que el próximo gobierno panameño se enfoque en una metodología de precios de espectro que facilite la inversión, mejore la previsibilidad en la asignación de bandas y aborde los obstáculos regulatorios locales que dificultan la instalación de infraestructura”, indica Gallitto.
En tanto que México enfrenta desafíos importantes relacionados con el costo del espectro.
Según el director para América Latina de GSMA, en el país azteca aproximadamente el 90% del costo del espectro está definido por cánones anuales establecidos por el Congreso, en lugar de un mecanismo de mercado. “Esto ha resultado en uno de los precios más altos de espectro en la región y ha llevado a situaciones de devolución de espectro. El próximo gobierno tendrá la oportunidad de revisar y posiblemente reformar este esquema para mejorar la situación”, apunta Lucas Gallitto.
Otros países también están en el radar de GSMA respecto de su desempeño.
Chile es un ejemplo notable en este sentido. “Históricamente, Chile ha liderado en índices de digitalización, conectividad y velocidad. El país ha adoptado una visión estratégica en la explotación del espectro radioeléctrico, ofreciendo concesiones por 30 años, lo que proporciona certidumbre y fomenta la inversión”, dice el ejecutivo GSMA. Aunque el gobierno chileno está considerando revisar este enfoque, Gallitto considera que la estabilidad que brinda esta política ha sido un factor clave para su liderazgo en la región y a nivel global.
Brasil, por su parte, enfrenta una serie de desafíos debido a su tamaño y complejidad. Sin embargo, ha demostrado avances significativos en la implementación de 5G.
“El país realizó una licitación exitosa en la que el 93% del valor del espectro se destinó a compromisos de cobertura, priorizando la expansión sobre la recaudación. Además, Brasil ha trabajado en la consolidación del mercado de operadores, reduciendo el número de operadores a tres, y en la facilitación del despliegue de infraestructura mediante la ley de antenas y otras reformas. Esto ha llevado a que la cobertura de 5G en Brasil esté alrededor del 40% de la población, superando los hitos establecidos por el gobierno”, explica Gallitto.
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Colombia también ha hecho esfuerzos significativos para mejorar su gestión del espectro. “Recientemente, el país ha implementado subastas con condiciones más favorables para la inversión, y se están realizando esfuerzos para renovar concesiones de espectro a precios más accesibles. Esto representa un avance positivo en la dirección correcta para el mercado colombiano”, indica Gallitto.
En tanto que Perú enfrenta desafíos políticos y de gestión, incluyendo la recuperación de la banda 3.5 para 5G. “Acá, la consistencia en la política pública es visto como el mayor desafío, debido a los frecuentes cambios políticos, lo que complica la implementación de estrategias a largo plazo”, indica el ejecutivo.
En Argentina, el nuevo gobierno está abordando los problemas que surgieron con el Decreto de Necesidad y Urgencia 690, que ha sido derogado. Lucas Gallitto dice que este cambio podría sentar las bases para un crecimiento más sólido en el sector de telecomunicaciones. “Aunque todavía existe el desafío de establecer una agenda público-privada efectiva entre la industria y las nuevas autoridades”, acota.
¿POR QUÉ IMPORTA EL 5G?
“No se trata únicamente de construir redes 5G, sino [tener claro] para qué queremos esas redes”, remarca Gallitto.
Y es que el 5G está diseñado principalmente para satisfacer las necesidades del mercado B2B, ofreciendo soluciones avanzadas. Y por esa razón, GSMA considera que la ausencia de políticas que estimulen la demanda en sectores industriales puede limitar el impacto del 5G y retrasar su implementación.
Entre las barreras específicas para la demanda, según Gallito, están los altos aranceles, la falta de un contenido relevante que sea además en el idioma español, y la poca accesibilidad a equipos, ya que el costo de los aparatos sigue siendo una barrera relevante. “Los dispositivos móviles a menudo se consideran bienes de lujo debido a las altas tasas impositivas, lo que dificulta su adquisición para una parte significativa de la población y las empresas”, señala Gallitto.
Además de los desafíos relacionados con la demanda, existen obstáculos que afectan la oferta y la infraestructura necesaria para el 5G, donde destaca la regulación y la baja eficiencia en otorgar permisos para la instalación de infraestructura requerida para el despliegue 5G.
“Cada municipio [latinoamericano] tiene sus propias reglas para la instalación de torres y antenas, lo que aumenta los costos y la complejidad del proceso. La ausencia de una ventanilla única para permisos complica aún más la situación”, dice el ejecutivo.
América Latina es una región caracterizada por su gran heterogeneidad en la adopción de nuevas tecnologías. De acuerdo con Lucas Gallitto, por un lado, encontramos países que son fast-followers, es decir, naciones que rápidamente adoptan nuevas tecnologías con una visión de futuro avanzada y habilidades técnicas bien desarrolladas. Estos países tienden a incorporar innovaciones tecnológicas con relativa rapidez, impulsados por un entorno regulatorio favorable y una infraestructura adecuada.
Este contraste se refleja claramente en la evolución de las generaciones de tecnología móvil en la región. Por ejemplo, la adopción de 3G en América Latina ocurrió varios años después de su lanzamiento en países líderes, como Corea del Sur y Japón.
“La transición a 4G fue más rápida, y la adopción de 5G, aunque aún en desarrollo, ha sido aún más ágil en comparación con generaciones anteriores. Así, mientras que algunos países avanzan rápidamente en la implementación de nuevas tecnologías, otros continúan enfrentando desafíos significativos, mostrando las dos caras de la misma moneda en el avance tecnológico de la región”, enfatiza.
Según Gallitto, a pesar de los avances en la cobertura, aún la región enfrenta un desafío significativo: el 28% de los latinoamericanos que tienen acceso a cobertura de 4G no la utilizan. Por una falta de contenido local relevante y la carencia de habilidades digitales. Es decir, incluso si el servicio es gratuito, algunas personas no lo usan porque no saben cómo aprovecharlo o no encuentran contenido que les interese.
Es fundamental que las políticas públicas no solo se centren en aumentar la oferta de conectividad, sino también en abordar estos problemas subyacentes.
“Necesitamos trabajar en mejorar la disponibilidad de contenido relevante y en fomentar habilidades digitales entre los usuarios. Esto ayudará a asegurar que no solo ampliemos la cobertura, sino que también aumentemos la adopción y el uso efectivo de la tecnología, reduciendo la brecha entre la cobertura disponible y su utilización real”, concluye Gallitto.