La medida permitiría financiar parte de las principales obras viales en el país cafetero, y sería una alternativa a los peajes.

Parte de los bloqueos en las vías de la provincia colombiana de Nariño obedecen al descontento de ciertas comunidades por el cobro de nuevos peajes (como el de la vía que conecta a Pasto con Rumichaca).

Según lo manifestado por el Ministerio de Transporte colombiano, estos son necesarios para el financiamiento de las vías en la región, las cuales resultan ser estratégicas para la logística de la nación.

En el marco de las más recientes manifestaciones, parte de los diálogos sostenidos entre las comunidades y el Gobierno de Gustavo Petro han incluido aspectos como evaluar alternativas al cobro de los peajes para lograr el financiamiento de estas obras.

En entrevista con Blu, el saliente ministro de Transporte William Camargo manifestó que parte de estas alternativas incluye una eventual sobretasa a la gasolina.

De momento, esta no es una medida que se haya tomado, en parte porque la misma no dependería enteramente del gobierno sino que, al tratarse de un impuesto, tendría que radicar un proyecto de ley para que el Congreso colombiano lo discuta y, eventualmente, apruebe.

Otras alternativas de financiamiento podrían abarcar aspectos como los fletes.

“Estamos revisando si esa sobretasa a la gasolina sería a nivel nacional o regional. Es un equipo consultor el que está haciendo esas recomendaciones. Falta una discusión más amplia con gremios y Gobierno”, detalla Camargo al recalcar que, hasta la fecha, la principal medida de financiación de las vías sigue siendo el cobro de los peajes.

“Hay que buscar mecanismos porque la tensión social sobre los peajes está creciendo. Hay una resistencia en las comunidades para pagar por ese uso”, añade, al precisar que detrás de estas manifestaciones puede haber intereses políticos o de operadores, pues muchos de quienes protestan ni siquiera tienen vehículo.

Sobre el tema de la gasolina hay que recordar que ha sido un tema polémico en los últimos años, pues el precio del galón ha venido en incremento para mitigar el hueco que existe en el Fondo de Estabilización de los Precios del Combustible (FEPC).

Lo que se ha buscado es igualar los precios del combustible con el que se registra en el mercado internacional, cosa que podría significar un promedio de $16.000 (US$ 3,89) por galón. Una eventual sobretasa a la gasolina implicaría un valor adicional.