La decisión de la calificadora de riesgo se debe a sus preocupaciones sobre la estrategia financiera de la empresa y el incremento del endeudamiento.
Recientemente, la calificadora de riesgo Moody’s informó los cambios que realizó a la calificación crediticia de Ecopetrol. La firma evaluó la situación de la empresa más grande de Colombia y rebajó su calificación base de ba3 a b1.
¿Qué significa esto?
La naturaleza de Moody´s es (junto con otras como Fitch Ratings y Standard & Poor ‘s) la de ser una calificadora de riesgo, es decir, evaluar la posibilidad de que una organización (que en este caso es Ecopetrol) no pague sus obligaciones financieras.
Para entenderlo un poco mejor es lo que hacen, guardadas las proporciones, las centrales de riesgo en Colombia (como Datacrédito y Transunion) con las personas naturales. Evalúan sus comportamientos y emiten calificaciones (puntajes) a los prestamistas para informar si, como se dice coloquialmente, la persona es buena o mala paga.
El que Moody’s le haya rebajado su calificación básica a Ecopetrol se traduce en que es más riesgoso prestar dinero o invertir en esta empresa. Esto, a su vez, se traduce en menos posibilidades de que reciba préstamos o inversiones y, si los recibe, serán con una tasa más alta de interés (para compensar el riesgo).
El menor riesgo de impago se conoce como grado de inversión, que son las calificaciones más altas que brinda una calificadora de riesgo y que, por lo general, son asociadas al buen estado financiero que tiene una organización. Estas van desde la calificación Aaa hasta la Baa3.
Por debajo de estas están los grados de especulación, que es donde estaba Ecopetrol y donde sigue estando (solo que en un nivel más bajo), pues van desde el Ba1, hasta el B3. Son seis escaños descendentes y, la empresa estatal pasó del tercero al cuarto.
En suma, si bien la central de riesgo rebajó la calificación, la misma no fue tan considerable, y habría que esperar las nuevas calificaciones de las otras (Fitch and ratings y Standard & Poor ‘s) para tener un panorama más claro en la materia.
La calificación de largo plazo y las calificaciones senior no garantizadas para Ecopetrol se vieron beneficiadas pues subió desde Ba1 (la más alta en el grado de especulación) a Baa3 (la más baja del grado de inversión), es decir, subió un escaño.
“La rebaja de la BCA de Ecopetrol (una medida del riesgo crediticio intrínseco de la compañía sin consideraciones de respaldo) a b1 desde ba3 y la rebaja de las calificaciones a Ba1 desde Baa3 reflejan un cambio en la política financiera de la compañía, ya que el apalancamiento ha aumentado simultáneamente con las distribuciones en curso de dividendos y la próxima implementación de una ambiciosa estrategia de inversión de capital que abarca los próximos tres años, lo que podría erosionar la posición de liquidez de la empresa o conducir a un mayor endeudamiento. La rebaja también refleja el flujo de caja libre negativo registrado en 2023 y las expectativas de Moody ‘s de que Ecopetrol continúe registrando flujos de caja libre negativos para 2025″, justificó Moody´s su calificación.
Sobre esto también señaló que Ecopetrol ha aumentado los niveles de deuda para financiar su expansión, como lo fue la adquisición de Interconexión Eléctrica SAESP. No obstante reconoce que las inversiones de capital no han resultado en un aumento similar del EBITDA de la empresa.
“La deuda aumentó a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 22% durante el período 2019-2023, mientras que el EBITDA solo creció a una CAGR del 11%. El aumento de la deuda también ha llevado a una menor cobertura de intereses. Dado que Moody’s espera que Ecopetrol continúe financiando su ambicioso plan de gasto de capital a través de deuda y debido al entorno de altas tasas de interés, la cobertura de intereses aumentará”, añadió.
Esta rebaja también se justificó en que Ecopetrol ha estado distribuyendo una mayor proporciones de dividendos frente a su política actual (40%-60%) durante los últimos tres años, a la par de que se ha aumentado los niveles de deuda, lo que demuestra una política financiera más agresiva.
“Las salidas de efectivo han sido parcialmente compensadas por las transferencias del Gobierno de Colombia (Baa2 estable) para reembolsar los subsidios al combustible. Sin embargo, Moody’s reconoce que en lugar de reducir la deuda o fortalecer la posición de liquidez de la empresa, el efectivo disponible se ha utilizado para dividendos”, concluyó.