La decisión de la Aerocivil de Colombia se da luedo de que a finales de marzo se pronunciara a favor de la integración, pero imponiendo restricciones y condiciones para mitigar los efectos que esta jugada puede tener en contra de la competencia en el mercado aéreo.
Luego de la presentación de apelaciones y aclaraciones, la Aeronáutica Civil mantuvo su decisión en el sentido de autorizar la integración entre Viva y Avianca. Esta ha sido la cuestión fundamental en la crisis de la aerolínea de bajo costo, que ya completa más de dos meses detenida en tierra.
La determinación de la Aerocivil llega luego de que a finales de marzo se pronunciara a favor de la integración, pero imponiendo restricciones y condiciones para mitigar los efectos que esta jugada puede tener en contra de la competencia en el mercado aéreo y, al final, sobre los usuarios.
Los principales condicionamientos impuestos por la Aerocivil son:
- Respetar los derechos de los usuarios de Viva. Las aerolíneas deberán reembolsar los tiquetes de vuelos cancelados y garantizar que puedan volar quienes tienen pasajes pendientes.
- La devolución de slots (turnos de despegue y aterrizaje) para garantizar la competencia.
- Mantener el esquema low cost de Viva, especialmente en rutas atendidas sólo por estas aerolínea.
- Devolución de frecuencias en la ruta Bogotá-Buenos Aires, que resulta particularmente afectada.
- Mantener un límite de tarifas en las rutas donde Avianca y Viva quedan con el 100 % del mercado.
En su momento, varias partes interesadas en el proceso (como Latam y JetSmart) interpusieron recursos contra la decisión. Avianca hizo lo propio.
En palabras de Adrian Neuhauser, presidente de Avianca, el recurso que presentó esta compañía respondía a que “la propuesta que hace (la Aerocivil) de slots no permite tener la conectividad y la operación que debe tener Viva para ser viable”. De acuerdo con el ejecutivo, los comentarios de Avianca a la decisión de marzo incluyeron el pedido de un set de slots diferente para Bogotá y, según Neuhauser, la compañía estaba devolviendo más slots de lo que la propia autoridad aeronáutica pidió.
En una rueda de prensa este martes, Neuhauser reconoció que, bajo la perspectiva de la decisión anterior, los condicionamientos “no reconocían que Viva había dejado de volar y por tanto algunas de las condiciones no podían aplicarse”.
Ahora bien, la decisión de la Aerocivil ciertamente allana un camino para Viva: de cierta forma le devuelve las alas, pero de ahí a que regrese a volar es otra cosa. Si Avianca queda conforme con las condiciones de la Aeronáutica, lo que sigue es un proceso que puede ser largo, de acuerdo con Neuhauser, y que pasa por varias etapas: contratación de los servicios para que vuelen con Avianca, negociación con proveedores…
En términos de tiempo, Neuhauser no se comprometió: “La realidad es que no sabemos a fondo cuáles son las obligaciones financieras, cuántos aviones tiene, cuántos empleados. No podemos integrarla sin saber cuáles las obligaciones que estamos asumiendo. Lo primero que podemos hacer es comprar la capacidad que le falta al mercado, es una manera de echar a andar conectividad, de manera rápida, en rutas que tienen poco o ningún servicio”.