Desde que Lula da Silva asumió el poder en enero, la petrolera estatal ha vuelto a ser una pieza clave en el proyecto de desarrollo de Brasil. 

La petrolera estatal brasileña Petrobras, mayor empresa del país, cumplió hoy 70 años en un momento en el que, superados sus escándalos por corrupción de la década pasada, mira la transición energética hacia el futuro.

Petrobras nació el 3 de octubre de 1953, fruto del histórico movimiento "O Petróleo É Nosso" (El petróleo es nuestro), durante el Gobierno de Getúlio Vargas, que tuvo como principal objetivo el proceso de desarrollo económico y social de Brasil.

Centrada en la transición energética, Petrobras ha vuelto a ser la "niña de los ojos de Brasil" desde que el actualmente mandatario Luiz Inácio Lula da Silva eligió a Jean Paul Prates para presidir la estatal.

"Tras lograr sobrevivir a la gestión del Gobierno de Jair Bolsonaro, que se planteó incluso privatizar parte de la empresa, Petrobras ha vuelto a formar parte del proyecto de desarrollo de Brasil, con la cancelación de la venta de activos estratégicos y la voluntad de volver a ser una empresa integrada de energía que impulse el desarrollo económico y social del país, comprometida con la sociedad brasileña, los trabajadores y la transición energética justa", afirmó a Xinhua la economista y profesora de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Camila Cabral.

La entrevistada adelantó que, como empresa estatal, Petrobras tiene un papel que va más allá de la obtención de beneficios, como la generación de empleo e ingresos, así como el desarrollo de la región en la que opera. De hecho, ahondó, al no tener el beneficio como principal objetivo, "las empresas estatales tienen un mayor alcance, llevando las inversiones a lugares remotos donde las empresas privadas no suelen prestar servicio".

Superados los casos de corrupción que afectaron gravemente la reputación de la compañía la década pasada, Petrobras encara el futuro con el objetivo de lograr una transición energética que le permita adaptarse a los nuevos tiempos.

"La nueva dirección también debe estar dispuesta a construir una nueva refinería del futuro, biorrefinerías, con coprocesamiento, hidrógeno verde, combustibles verdes, para que Brasil pueda ser autosuficiente en refinamiento. Esto forma parte del proceso de reconstrucción de Petrobras", dijo Cabral.

En abril, Petrobras creó la Dirección de Transición Energética y Sostenibilidad, con dos departamentos ejecutivos; "Gas y Energía" y "Cambio Climático y Descarbonización". Algunos de los objetivos apuntan a transformar las refinerías en biorrefinerías e invertir en la producción de derivados petroquímicos, fertilizantes y combustibles con menor huella de carbono o de origen totalmente renovable.

"Petrobras está rezagada en el proceso de convertirse en una empresa de energía diversificada, al igual que sus pares internacionales, como las británicas BP y Shell y la francesa TotalEnergies, que vienen orientando sus inversiones hacia la transición energética", agregó la economista.

"La tendencia mundial de las grandes petroleras es verticalizarse cada vez más y convertirse en empresas energéticas cada vez más integradas. Es decir, no solo compañías de petróleo y gas, sino compañías energéticas integradas. Petrobras lleva retraso en este sentido, en comparación con otras grandes petroleras mundiales, pero ya se ha señalado y esperamos que este retraso empiece a invertirse", comentó la especialista.

En los últimos meses, Petrobras fue noticia por su intención de explotar petróleo en el llamado Margen Ecuatorial, muy cerca de la cuenca de Foz del Amazonas, algo muy criticado por entidades medioambientales e incluso por el Ministerio de Medio Ambiente.

El Margen Ecuatorial es considerado por los expertos como la última frontera petrolera de Brasil. Es decir, el último lugar para grandes descubrimientos antes de la transición a otros combustibles menos contaminantes.

Según la profesora Cabral, los descubrimientos en esta región podrían prolongar el pico de producción de petróleo del país hasta finales de la próxima década.

"La nueva frontera, que probablemente sea la última frontera del petróleo, es el margen ecuatorial y el petróleo ultraprofundo. Petrobras es un actor clave en esta trayectoria. Por la experiencia que ha acumulado en los últimos 50 años, empezando por el offshore y pasando después a la ultraprofundidad, no hay duda, es Petrobras la que tiene que abrir esta frontera", dijo.

La compañía brasileña ya exploraba petróleo en aguas profundas en la década de 1980. En 2000, fue responsable del descubrimiento de la capa presalina. Hoy, el 75%  del petróleo extraído en Brasil procede del presal.

"Petrobras está en un nivel de producción de petróleo en el que, si no encuentra nuevas reservas, estas empezarán a caer y su producción no tardará en seguirle. Para mantener el nivel de producción de petróleo, necesita encontrar nuevas reservas. Cada año, Petrobras produce más de 1.000 millones de barriles y encontrar 1.000 millones de barriles es una tarea hercúlea", explicó Cabral.

En agosto, Petrobras produjo más de 2,2 millones de barriles de petróleo al día, según datos de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP). Asimismo, la empresa representa más del 60 por ciento de la producción nacional.

Petrobras fue creada en octubre de 1953, bajo el Gobierno del mencionado Vargas, en régimen de monopolio. En ese entonces, la empresa controlaba toda la producción y refinación de combustibles derivados del petróleo en Brasil.

El escenario cambió bajo Fernando Henrique Cardoso, cuando se permitió a otras empresas explorar y refinar petróleo en el país sudamericano.