La petrolera brasileña ha respondido este viernes a la petición de los accionistas minoritarios de la compañía, que enviaron una carta al consejo de administración con el fin de que se celebrase una junta extraordinaria para la elección de los miembros del consejo de administración.
Petrobras rechaza la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas para discutir la elección de Magda Chambriard como nueva consejera delegada de la compañía.
La petrolera brasileña ha respondido este viernes a la petición de los accionistas minoritarios de la compañía, que enviaron una carta al consejo de administración con el fin de que se celebrase una junta extraordinaria para la elección de los miembros del consejo de administración.
Esta solicitud fue realizada bajo el argumento de que se habría producido el despido de un miembro del consejo de administración, lo cual no se corresponde con los hechos, según lo expuesto por Petrobras en el comunicado remitido este viernes y en la comunicación del pasado 14 de mayo, cuando dio conocimiento de la salida de Jean Paul Prates del cargo.
La compañía considera que no existen motivos para convocar una asamblea general extraordinaria y reitera el comunicado divulgado al mercado el 15 de mayo de 2024, en el que explica que la ley no prevé la convocatoria de una asamblea de accionistas en este momento.
Además, ha argumentado que la celebración de una asamblea general extraordinaria supondría costes "innecesarios" para la empresa y sus accionistas.
No obstante, Petrobras ha adelantado que las solicitudes serán sometidas a evaluación jurídica y pasarán por los procedimientos de gobierno de la empresa.
El pasado viernes, el consejo de administración de Petrobras confirmó la designación de Magda Chambriard como nueva consejera delegada de la compañía, en sustitución de Jean Paul Prates, que fue destituido el pasado 14 de mayo por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
La salida de Prates de Petrobras se dio tras varios meses de fricciones con ministros del Ejecutivo brasileño, como con el ministro de Casa Civil --jefe de gabinete--, Rui Costa, y con el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, quienes compitieron por la influencia sobre la empresa.