Un estudio de Boston Consulting Group sobre el desempeño de pagos globales en 2023 destaca cómo el exceso de competencia y la falta de opciones innovadoras han estancado la expansión de los pagos digitales en los países desarrollados, mientras que América Latina es ajena a esta tendencia.
Los saltos tecnológicos de los últimos años han llevado a cambios innegables: el CD dio paso a las playlists y los USB fueron relevados por las plataformas de nube. Si hablamos de economía y nos centramos en las transacciones del mercado, hay indicios de que el efectivo está próximo a ceder ante los pagos electrónicos. Opciones como las billeteras digitales ofrecen dinamismo con tal de adquirir todo tipo de bienes y servicios. Sobre el papel, el futuro es alentador para este rubro, pero en realidad, el panorama es más complejo de lo que aparenta.
Desde este escenario, la firma estadounidense Boston Consulting Group (BCG) publicó el informe de pagos globales de 2023. Actualmente, se estima que a nivel mundial, existen al menos 5.000 fintechs dedicadas a los pagos digitales. Representan en total US$ 100.000 millones de ingresos totales para la industria y hacia 2030, podrían comandar un volumen de ingresos valorizados en US$ 520.000 millones.
Pero aquí surge uno de los mayores problemas: el exceso de competencia y por ende, la ausencia de ofertas originales. De esta forma, las valoraciones en el mercado disminuyeron drásticamente en los últimos dos años. Por ejemplo, el subsector de adquisición y procesamiento de pagos sufrió una caída del 40% en los retornos totales para accionistas (TSR).
Además, el BCG espera que el crecimiento de los ingresos se desacelere a un ritmo anual del 6,2% hasta 2027, con un volumen de ingresos superior a US$ 2,2 billones para dicho año. Y si bien, se proyecta un alza del 7,1% en las transacciones de tarjetas y pagos de cuenta, los ingresos basados en intereses y tarifas únicamente se expandirían en 5,7%.
Esta tendencia se debe a un cambio en la mezcla de pagos minoristas de tarjetas a transacciones de cuenta a cuenta. Por otro lado, la desaceleración de la inflación tras el shock inicial de la guerra de Ucrania, así como la normalización de las tasas de interés ha llevado a menores réditos para las fintechs de pagos digitales.
EL CASO PARTICULAR DE AMÉRICA LATINA
No obstante, Latinoamérica parece ser la excepción a la regla. Para 2027, el estudio proyecta que los ingresos de la industria de pagos aumente en 8,3% hasta alcanzar unos US$ 179.000 millones. Para Alejandro Tfeli, managing director & partner de BCG, este es un indicio que la región experimenta una etapa ya superada en los países desarrollados.
“El crecimiento de este segmento en Latinoamérica es inminente, pues está viviendo la masificación tecnológica que se dio en Estados Unidos y Europa hace cinco años. A nivel de la industria de pagos, estamos asistiendo a una batalla contra el efectivo con la consolidación y aparición de nuevas fintechs, así como a la expansión de tecnologías y nuevos métodos de pago, como QRs, cuentas electrónicas, tarjetas virtuales, etc”, declaró Tfeli para AméricaEconomía.
Además, el socio de la consultora establece que el cambio progresivo en los marcos regulatorios de varios países sería otro factor clave de desarrollo. Como ejemplo, en Perú, los pagos digitales están listos para crecer con las nuevas regulaciones del Banco Central de Reserva local (BCRP), que obligan a la interoperabilidad entre los proveedores de servicios de pagos.
Sea como fuese, el margen de crecimiento del sector es aún muy grande en la región. De hecho, si se estudia la métrica de penetración de pagos electrónicos versus consumo privado, incluso, los países más avanzados como Brasil y Chile, tienen un ratio de 35%. Le sigue Argentina con 24% y más atrás, Colombia y Perú, bordeando el 15%. Como punto de comparación, Estados Unidos y Europa disponen de ratios superiores a 60%. Aunque Latinoamérica tampoco será ajena a las tendencias de digitalización experimentadas en otras regiones.
“Las transferencias cuenta cuenta a cuenta masificadas a los pagos crecen en todos los países del mundo y de la región. En Brasil y Argentina estas han crecido a CAGR +100% en los últimos 4 años. Este crecimiento le está ganando terreno principalmente al efectivo y tarjetas de débito. Mientras que el crecimiento de tarjetas de crédito se mantiene firme y positivo”, afirma Tfeli.
INNOVACIONES DIGITALES Y REGULACIONES A LA VISTA
Sin embargo, a pesar de la desaceleración de la industria a nivel global, el informe señala que las apuestas tecnológicas continuarán ganando terreno a mediano y largo plazo. El caso más contundente son las monedas digitales, pues más del 90% de los bancos centrales del mundo experimentan con estas como complemento al dinero en efectivo. El BCG estima que si se mantienen las tasas actuales de crecimiento, las monedas digitales de bancos centrales minoristas y mayoristas estarían operativas en algunas naciones de cada región en períodos de cinco a diez años.
Asimismo, el estudio reconoce el potencial de la inteligencia artificial generativa en la transformación de los pagos. De este modo, en el desarrollo de productos, la codificación de software impulsada por la IA aumentaría la productividad en un 20%. Se resaltan empresas como Visa y Mastercard que emplean la IA generativa para potenciar la capacidad de detección de fraude en las transacciones. Por su parte, el banco sueco Klarna se ha aliado con Open AI, creadora de ChatGPT, para lanzar un asistente de compras personal.
Pero así como la IA generativa ha impulsado regulaciones a nivel mundial que buscan contener su uso irresponsable a gran escala, los pagos digitales experimentan una realidad similar. El reporte del BCG menciona cómo el Banco de Reserva de India prohibió temporalmente lanzar nuevas tarjetas digitales a algunas empresas, debido a que atentaban contra las normas de almacenamiento de datos local.
Mientras que la Comisión Europea ha presentado iniciativas para regular los servicios de pago y el acceso a datos financieros. Esto es, para disminuir los niveles de fraude, mejorar los derechos del consumidor y crear un entorno de competencia igualitaria entre bancos y entidades no bancarias. De acuerdo al BCG, este tipo de proyectos pondrá a prueba las prácticas de gestión de riesgos y el cumplimiento de normas tanto de actores establecidos (multinacionales) como no tradicionales (fintechs).
Ante esta realidad, la consultora recomienda que los líderes en pagos digitales deberían actualizar su estrategia en términos generales. Si entramos en detalles, estos actores deberían revisar la estructura de asociación y modernizar la infraestructura tecnológica. En última instancia, cuidar el valor para los accionistas y la excelencia en costos será clave para recuperar las valoraciones de las fintechs de pagos a niveles anteriores.