En el primer semestre de este año se vendieron 877 autos eléctricos en el país charrúa.

Los eléctricos constituyen el 3% de los automóviles vendidos por año en Uruguay, pero año a año su demanda se multiplica, y eso se da en parte por un beneficio tributario que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) extendió hasta 2025: la exoneración de impuestos para la compra de vehículos eléctricos de pasajeros o utilitarios que no valgan más de US$ 40.000.

La exoneración que comenzó en 2020 con un tope de compra de vehículos de hasta US$ 60.000, se extendió varias veces, y ahora nuevamente por dos años más, según muestra el decreto firmado por el presidente Luis Lacalle Pou el 30 de agosto. Los autos que se incluyen en la exoneración son aquellos cuya batería de densidad de energía gravimétrica sea mayor o igual a 100 Wh/kg.

Se duplican las ventas

Ignacio Paz, gerente de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU), explicó a Café & Negocios que esta reglamentación del MEF ha permitido que el mercado de los autos eléctricos crezca. "Hubiese impactado muy negativamente si no lo hubiesen renovado porque ha sido la explicación de gran parte del crecimiento del parque automotriz eléctrico", sostuvo.

Según dijo, las ventas se multiplican año a año y las expectativas son muy buenas para este año, ya que, mientras en 2022 se vendieron 1.043 autos eléctricos, solo en el primer semestre de este año se comercializaron 877. "Podemos pronosticar que se puede llegar a duplicar y andar en el entorno de los 2.000 al cierre del año", comentó.

El crecimiento en la demanda también se explica porque los consumidores cada vez más van tomándole confianza a estos vehículos y porque la infraestructura de carga de UTE "se ha trabajado muy bien". Se espera que a fin de año todas las rutas nacionales cuenten con cargadores eléctricos, además de los disponibles en empresas privadas como supermercados.

Sobre el tope de inversión permitido para exonerar los impuestos, Paz comentó que naturalmente cuando el decreto comprendía a vehículos de hasta US$ 60.000 se incluía a una mayor cantidad. Según dijo, entiende que bajar el tope busca favorecer la venta de vehículos destinados a ciertas actividades, pero "como aún son muy caros los eléctricos, hubiese sido preferible volver al tope anterior en el entendido de que lo que se busca es incorporarlos lo antes que se pueda".