La Comisión de Defensa de la Competencia de Uruguay denegó la operación entre los grupos brasileños y ahora el tema recorre otras vías administrativas.
La intención de Minerva, la exportadora brasileña de carne, de adquirir tres frigoríficos de su competidora Marfrig en Uruguay tuvo un primer freno por la decisión de la Comisión de Defensa de la Competencia del país charrúa que denegó la solicitud de concentración económica que requería la operación.
Uno de los motivos que fundamentó la negativa fue la participación de un grupo saudí en el negocio.
Pese al reparo de la comisión el caso continúa vigente, recorre otros caminos administrativos y puede tener una definición diferente sobre fin de año.
La Comisión de Defensa de la Competencia –órgano desconcentrado del Ministerio de Economía- tomó la resolución el 20 de mayo de este año y negó la posibilidad que Minerva comprara los frigoríficos Colonia, Inaler y La Caballada, propiedad de Marfrig.
Eso generó una segunda etapa. Por ley (15.869 de 1987) está previsto que las partes involucradas pueden impugnar los actos administrativos (en este caso la resolución) con una solicitud de revocación dentro de los 10 siguientes a la notificación. Agrega que simultáneamente debe interponerse un recurso jerárquico.
Minerva y Marfrig optaron por la opción de apelar, el tema volvió a la comisión y transcurre un plazo de 150 días para que la decisión sea ratificada o rectificada.
Si se mantiene la posición de rechazar la operación se pasa a la segunda instancia en la que el recurso se presenta ante el Poder Ejecutivo uruguayo.
Allí el plazo estipulado es de 50 días. Si el gobierno de Luis Lacalle Pou toma como válida la argumentación de la comisión todo quedará igual. Pero si entiende que fue incorrecta tiene la potestad de revocarla y autorizar la operación de compra sin que la solicitud tenga que atravesar otra revisión.
En total se abre un período de 200 días para una definición final.
LA PARTICIPACIÓN DEL GRUPO SAUDÍ
La Comisión de Defensa de la Competencia expuso, entre los motivos para rechazar la concentración económica entre Minerva y Marfrig, que el sector frigorífico experimentó una creciente y reciente concentración y que la transacción se realizaría entre dos grupos económicos que poseen múltiples plantas de faena de ganado vacuno en Uruguay.
Actualmente Minerva es propietaria de los establecimientos PUL, Carrasco, Canelones y BPU y Marfrig de Tacuarembó y los tres que formaban parte de la transacción: Colonia, Inaler y La Caballada.
Con ese escenario la comisión consideró que se “desprendía con meridiana claridad y contundencia que la operación daría lugar a la creación de una posición dominante y a un mercado altamente concentrado”.
Añadió que eso provocaría que “solo una empresa dispondría de poder de mercado y de la aptitud para limitar, distorsionar o reducir sustancialmente la competencia, existiendo – además- barreras a la entrada de nuevos competidores”.
Para adoptar la resolución, la comisión tomó en cuenta un informe jurídico fechado tres días antes. El escrito recuerda que se había resuelto otorgar vista a Minerva y Marfrig sobre el proyecto de resolución del 30 de abril en el que se denegaba la transacción entre las empresas.
Luego transcribe algunas de las explicaciones que las dos compañías dieron en respuesta. Una de ellas fue sobre la participación del grupo saudí Salic en el negocio.
Señalan que “si bien Salic es uno de los accionistas de Minerva, no tiene control alguno (en la empresa)”. Por lo tanto “no tiene derecho a decidir sobre ningún aspecto de carácter comercial, operacional, financiero y administrativo de Minerva”.
La Compañía Saudí de Inversión Agrícola y Ganadera (Salic) fue creada en 2009 como una sociedad anónima, según consta en su sitio web.
Un decreto real le otorgó potestades para efectuar actividades de inversión tanto dentro como fuera del Reino de Arabia Saudita para lograr una estrategia de seguridad alimentaria mediante el suministro de productos y la estabilización de sus precios.
Ese objetivo lo consigue con la creación de empresas subsidiarias o mediante asociaciones nacionales, regionales o internacionales.
El sitio añade que Salic comenzó su actividad inversora en 2012 con empresas globales dedicadas a la agricultura, los cereales, el arroz y la carne en países como Ucrania, Canadá, India, Australia, Brasil y Singapur.
Salic posee el 30,55% del paquete accionario de Minerva y también del 10,7% de BRF, grupo brasileño dedicado a la alimentación con presencia en 30 mercados internacionales.
Sobre fines del año pasado Marfrig Global Foods amplió su participación en BRF y se quedó con la porción mayoritaria al adquirir el 50,06% de las acciones.
En el escrito ante la comisión, las compañías indican que Salic posee solo una parte minoritaria de BRF por lo que “difícilmente podría tener una influencia significativa, siendo su intervención un objetivo meramente financiero”.
Sin embargo, esos movimientos globales fueron advertidos por la Comisión de Defensa de la Competencia, tanto en el informe jurídico como en la resolución final que negó la concentración económica.
“Respecto de la estructura accionaria surge que la relación entre Minerva, Marfrig y BRF se produce fundamentalmente porque Salic es inversor tanto en Minerva como en BRF, cuya participación mayoritaria pertenece a Marfrig”, explican los textos.
Concluyen que eso “constituye un elemento que puede facilitar la comunicación entre las empresas y un incentivo para suavizar la competencia entre Minerva y Marfrig”.