El acuerdo, que fue mejorado la semana pasada para ayudar a compensar la caída de la moneda británica, fue aprobado por los directorios de ambas empresas, pero todavía tiene que ser votado por los accionistas, algunos de los cuales se oponen al trato.
Londres. Los gerentes de la cervecera Anheuser Busch InBev asumirán 18 de los 19 puestos clave en la plana directiva de la empresa que resulte tras la adquisición por US$100.000 millones de su rival SABMiller, de acuerdo con detalles de la operación conocidos el jueves.
El acuerdo, que fue mejorado la semana pasada para ayudar a compensar la caída de la moneda británica, fue aprobado por los directorios de ambas empresas, pero todavía tiene que ser votado por los accionistas, algunos de los cuales se oponen al trato.
AB InBev es conocida por su reducción de costos y control centralizado, algo que algunos analistas han dicho que puede ser difícil de imponer en todos los negocios de SAB.
AB InBev, fabricante de Budweiser y Stella Artois, dijo que la nueva compañía, que todavía no tiene nombre, tendría sede en su ciudad de origen -Lovaina, Bélgica-, mientras que sus operaciones se gestionarían desde Nueva York.
La nueva compañía estará a cargo de equipos de "jefes funcionales" y "presidentes de zona", ambos reportados al director ejecutivo de AB InBev, Carlos Brito. Dieciocho de esos 19 puestos serán para actuales ejecutivos de AB InBev.
No hubo mención de los roles del presidente ejecutivo de SABMiller, Alan Clark, o del jefe de finanzas de la firma, Domenic De Lorenzo, en la nueva compañía.
La nueva compañía estará organizada en nueve zonas geográficas. Los actuales ejes de SABMiller en Miami, Hong Kong y Pekín serán eliminados por etapas pocos meses después del cierre del acuerdo, que se espera en octubre.
AB InBev acordó la venta de las marcas de SAB en Europa occidental Peroni, Grolsch y Meantime a la japonesa Asahi. También se comprometió a vender el negocio de SAB en Europa del Este, que incluye la marca Pilsner Urquell, aunque no ha sido acordado el comprador.