"Nuestra mayor preocupación es la normalización del suministro tan pronto como sea posible", dijo el jefe de gabinete, Eliseu Padilha en el Palacio Presidencial después de reunirse con otros ministros para hacer frente a la crisis provocada por la huelga de los camioneros.
Brasilia/Sao Paulo. Las acciones de Petrobras se hundieron este lunes más de un 9% luego de que el Gobierno brasileño aprobó nuevos subsidios al combustible y flexibilizó la política de fijación de precios de la petrolera, en sus intentos por dar fin a una huelga de camioneros que ha generado caos en la mayor economía de América Latina.
La asociación de camioneros que organizó la protesta instó el lunes a los trabajadores a regresar a sus labores después de que el Gobierno cedió a sus demandas, mientras que la gerencia de Petrobras pidió a sus empleados que no realicen una huelga planificada para esta semana.
Sin embargo, el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, dijo que el lunes en la mañana aún había 557 concentraciones de camioneros en huelga, pese a las medidas anunciadas el domingo, y advirtió que la normalización de la actividad será lenta.
"Nuestra mayor preocupación es la normalización del suministro tan pronto como sea posible", dijo a la prensa Padilha en el Palacio Presidencial después de reunirse con otros ministros para hacer frente a la crisis provocada por la huelga de los camioneros, que llegó el lunes a su octavo día.
Como resultado de las medidas anunciados por el presidente Michel Temer el domingo, los precios del diésel en Brasil bajarán un 13 por ciento en las gasolineras y se mantendrán congelados por 60 días.
Sin embargo, para no violar las leyes del presupuesto, el Congreso tendría que aprobar varias normas tributarias, tarea enorme antes de las elecciones de octubre.
Grupos agrícolas advirtieron que la producción y exportación de insumos como el café y la soja bajarían si se mantenía el bloqueo de carreteras. La agrupación ABPA dijo que unos 64 millones de pollos murieron de inanición y que hasta 150 plantas de procesamiento porcino y avícola paralizaron su actividad.
Tras un período de 60 días de precios congelados, Petrobras los ajustará mensualmente desde el actual régimen de cambios diarios. La empresa dijo que el Gobierno acordó compensarla por cualquier pérdida pero sus acciones se hundieron a un mínimo de cuatro meses, lo que llevó a un descenso de 4 por ciento en el Bovespa <.BVSP>.
El anuncio "sugiere un mayor riesgo de que el gobierno interfiera nuevamente en los asuntos de Petrobras o los obligue a volver a subsidiar al mercado", dijo Allen Good, analista de Morningstar. Desde el comienzo del paro, la empresa ha perdido 113.000 millones de reales en capitalización de mercado por el temor a que su independencia se vea comprometida.
Petrobras subsidió por años los precios de los combustibles, lo que elevó su deuda, política que el actual presidente ejecutivo, Pedro Parente, ha tratado de revertir. Eso contribuyó a las alzas de los precios del diésel, uno de los motivos de la huelga.
El problema de la fijación de precios ha generado dudas sobre cuánto tiempo se quedará Parente. Según Good, "la semana pasada hubo rumores sobre la renuncia de Parente (...) Las últimas decisiones podrían forzarlo". Petrobras lo negó.
Siderúrgicas como Cia Siderurgica Nacional y Usiminas podría perder hasta un 20 por ciento de sus ingresos en mayo por causa de la huelga, dijeron analistas de XP Investimentos.
Presupuesto. El ministro de Hacienda, Eduardo Guardia, advirtió que si los precios globales del diésel caían en los próximos meses, el Gobierno podría optar por reducir los subsidios.
Guardia dijo que el Gobierno rebajaría su gasto en 3.800 millones de reales para compensar en parte los costos de los subsidios -que podrían llegar a 9.500 millones de reales (US$2.600 millones) este año-, y evitar incumplir el objetivo presupuestario de 2018.
También tendrá que subir los impuestos para compensar una pérdida adicional por 4.000 millones de reales por las exenciones tributarias al diésel, con el fin de evitar violar las normas presupuestarias.
Guardia dijo que eso sería compensado en parte por un alza en los impuestos sobre las nóminas salariales, pero además necesitaría más medidas fiscales.
Además el Gobierno implementará un impuesto variable sobre las importaciones de diésel que entrará en vigencia siempre y cuando los precios globales caigan por debajo de los referenciales locales, para proteger la competitividad de Petrobras, añadió.