La automotriz dijo tarde el martes que había ocultado el nivel real de consumo de combustible de unos 800.000 autos en Europa, lo que implica que los vehículos afectados son más costosos de utilizar que lo que pensaban sus conductores.
Los inversores restaron este miércoles otros 3.000 millones de euros en valor de mercado a Volkswagen, luego de que la firma alemana admitió haber exagerado el ahorro de combustible de algunos de sus autos, abriendo un nuevo frente en el escándalo centrado al inicio en la manipulación de pruebas de emisiones.
La automotriz dijo tarde el martes que había ocultado el nivel real de consumo de combustible de unos 800.000 autos en Europa, lo que implica que los vehículos afectados son más costosos de utilizar que lo que pensaban sus conductores.
Las revelaciones - que el miércoles sumaron una nueva dimensión a la crisis previamente centrada en el daño medioambiental - representa la primera amenaza grave a las ventas de Volkswagen desde que emergió el escándalo, sostuvieron analistas.
El asunto podría terminar por disuadir a muchos potenciales consumidores que hasta ahora habían ignorado que VW alteró el nivel real de las emisiones de sus autos en las pruebas.
Los efectos del escándalo hasta ahora apenas se habían reflejado en las cifras de ingresos de la empresa, aunque fue la única fabricante de autos alemana en reportar un declive en el registro de vehículos en octubre en Alemania.
Las acciones de la mayor automotriz de Europa se hundían un 9,28 por ciento a 100,7 euros a las 1105 GMT.
"Otra semana, otro shock en la historia de VW", dijo en una nota Stuart Pearson, analista de Exane BNP Paribas. "Sumamos otros 4.000 millones de euros en costos por llamados a revisión y otro impacto comercial severo", añadió.
La automotriz alemana también reveló el martes que el nivel real de sus emisiones de dióxido de carbono fue alterado, lo que llevó a subestimar el consumo de combustible, y añadió otros 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares) a los costos esperados por la crisis.
El escándalo estalló en septiembre cuando las autoridades estadounidenses expusieron el uso por parte de VW de "dispositivos de ocultamiento" para manipular las pruebas de emisiones de gases contaminantes de los autos. La compañía admitió haber usado el software, que fue instalado en hasta 11 millones de vehículos a diésel en todo el mundo.
La última revelación de VW se produce después de que reguladores medioambientales de Estados Unidos dijeron que la automotriz no informó que dispositivos similares fueron instalados en los motores usados para vehículos deportivos de Porsche y Audi.
VW negó la acusación, pero dijo el martes que empezaría a hablar de inmediato con las "autoridades responsables" sobre qué hacer con los últimos hallazgos en torno al consumo de combustible y las emisiones de C02.