Las fusiones en la mayor economía de América Latina tuvieron su peor comienzo en más de una década en el primer trimestre.
Sao Paulo. La recesión más severa en décadas y una creciente agitación política están conteniendo a compradores y vendedores en Brasil para finalizar decenas de fusiones y adquisiciones en medio de amplios desacuerdos sobre las valoraciones, según negociadores.
Las fusiones en la mayor economía de América Latina tuvieron su peor comienzo en más de una década en el primer trimestre.
Los compradores, preocupados por los crecientes desequilibrios económicos y los efectos colaterales de una investigación de corrupción y un proceso de juicio político que podría derrocar a la presidenta Dilma Rousseff, se contuvieron porque buscaban obtener mejores términos en algunos acuerdos, dijeron banqueros.
Aunque dos años consecutivos de contracción económica y una moneda débil ayudaron a recortar el valor de algunos objetivos de adquisición, los dueños de empresas están resistiéndose a vender barato, ampliando la brecha entre los precios de oferta y demanda.
Como resultado, las multinacionales y las firmas compradoras están demorando más de lo habitual para analizar sus objetivos y realizar auditorías buscando conseguir un valor justo.
"El mayor desafío en momentos de alta incertidumbre como éste es superar las visiones de precios divergentes entre los compradores y los vendedores, y valorar un activo adecuadamente", dijo Bruno Amaral, socio en Grupo BTG Pactual SA, el principal asesor de fusiones y adquisiciones de Brasil en el primer trimestre de este año, según datos de Thomson Reuters.
Las compañías anunciaron acuerdos por un valor de US$3.813.000 millones en Brasil entre enero y marzo, un 34% por debajo de un año previo y el menor nivel para el período desde 2003, mostró un reporte sobre acuerdos de Thomson Reuters. El número de los acuerdos anunciados cayó a 134 desde 157 de un año antes.
BTG Pactual
La proeza de BTG siguió a meses de agitación desatada por el arresto del fundador del banco, André Esteves, por supuestamente trabajar para obstruir una masiva investigación sobre una red de corrupción en Brasil conocida como Operación Lavado de Autos.
La detención de Esteves, el mayor negociador de Brasil en años, alimentó fuertes retiradas de fondos de clientes e hizo caer en picada las acciones de BTG Pactual. Aún así, la franquicia de fusiones y adquisiciones del banco sobrevivió a la tormenta prácticamente sin rasguños.