La denuncia contra quien fuera considerado como el séptimo hombre más rico del mundo antes de que su imperio se desmoronara fue presentada ante los tribunales de Sao Paulo por la fiscal Karen Kahn.
La Fiscalía brasileña acusó al empresario Eike Batista, hasta el año pasado el hombre más rico de Brasil, de difundir informaciones falsas en la Bolsa para inducir a miles de accionistas a invertir en una de sus empresas, informaron este miércoles fuentes oficiales.
La denuncia contra quien fuera considerado como el séptimo hombre más rico del mundo antes de que su imperio se desmoronara fue presentada ante los tribunales de Sao Paulo por la fiscal Karen Kahn, procuradora del Ministerio Público Federal en ese estado brasileño, según un comunicado de la entidad.
La acusación se extiende a siete ex ejecutivos de OGX, petrolera que era controlada por Batista antes de que se acogiera a la ley de quiebras, y busca beneficiar a los accionistas que perdieron sus ahorros por haber invertido en esa empresa.
"El grupo prometió negocios billonarios en operaciones de extracción de petróleo en las cuencas marinas de Campos y Santos, pero sus proyecciones se basaban en datos falsos sobre la capacidad de las reservas, lo que provocó una caída vertiginosa en el valor de las acciones de la compañía y causó graves pérdidas a aquellos que habían adquirido los papeles", según la denuncia.
La Fiscalía calculó en cerca de 14.400 millones de reales (unos US$6.260,9 millones) las pérdidas provocadas por la depreciación de las acciones de la OGX entre 2010 y 2013.
Según el Ministerio Público, entre 2009 y 2013, la OGX envió a la bolsa de Sao Paulo un total de 55 comunicados "relevantes" con informaciones sobre la supuesta potencialidad de la empresa que provocaron una fuerte demanda de los papeles de la petrolera.
En los comunicados se destacaba la supuesta gran potencialidad de los yacimientos descubiertos por la empresa en cuatro diferentes concesiones que se tenía en las cuencas marinas de Campos y de Santos, donde están las principales reservas petroleras de Brasil.
Sin embargo, según la Fiscalía, estudios realizados por la empresa en 2011 ya demostraban que la exploración de dichas áreas era económicamente inviable por los elevados costos de producción y las dificultades de explotación de petróleo en aguas profundas.
Pese al resultado de tales estudios, "las presentaciones y los informes (enviados a la bolsa) siguieron resaltando los éxitos de los hallazgos de la empresa sin mencionar los datos sobre la ínfima parte de petróleo que efectivamente podría ser extraída y comercializada", agrega la denuncia.
Hasta 2013 la petrolera no informó a la bolsa de la suspensión de las operaciones en algunos de sus yacimientos por inviabilidad económica y de la posible paralización de la exploración en otros.
Esas informaciones hundieron el precio de la acción de OGX hasta 0,56 reales (unos US$0,24) mientras que en 2010 se habían cotizado en cerca de 23,39 reales (unos US$10,17).
"Tales fraudes afectaron directamente la credibilidad y la eficacia del mercado de capitales brasileño por haber contaminado la negociación de millones de acciones", argumentó la procuradora.
De acuerdo con la Fiscalía, los ocho acusados incurrieron en delitos contra el sistema financiero nacional, así como en falsificación, inducción de inversores al error, asociación para delinquir y manipulación del mercado de capitales.
La denuncia fue presentada una semana después de que un tribunal de Río de Janeiro, que ya investiga a Batista por delitos de manipulación del mercado, ordenara el embargo cautelar de sus cuentas corriente.
La medida se propone bloquear el equivalente a cerca de 1.500 millones de reales (unos US$642,3 millones) para garantizar el pago de indemnizaciones, aunque los abogados de Batista alegan que no posee tales recursos y que su patrimonio actualmente es negativo.