El director argentino de la Entidad Binacional Yacyretá, Óscar Thomas, habría caído en una irregularidad a juicio del consejero paraguayo Diógenes Martínez, quien acusó que se mantuvo al margen a Paraguay.
El director argentino de Yacyretá, Óscar Thomas, asumió un compromiso por US$218 millones con la firma alemana Voith, sin dar participación a la margen paraguaya. El consejero paraguayo Diógenes Martínez reveló que los argentinos pidieron la reformulación de tres contratos por US$100 millones, US$50 millones y US$68 millones, respectivamente, ya firmados y en ejecución.
El pedido de reformulación de los contratos para la reparación de las 20 turbinas dañadas de la Central Hidroeléctrica de Yacyretá (CHY) fue presentado al Consejo de Administración por Óscar Thomas, en su carácter de Director Ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). En el mismo solicitaba la reformulación de los contratos y la ampliación de la autorización otorgada en el 2011 por el Consejo al Comité Ejecutivo de la entidad.
Sin embargo, los cinco miembros representantes de la margen paraguaya rechazaron el pedido de Thomas por considerar que este no se había adecuado al Estatuto ni al Tratado que rigen el funcionamiento de la binacional. Así lo indicó ayer el consejero Diógenes Martínez, quien ratificó la irregularidad cometida por el director argentino.
Recordó que en 2011, cuando se había autorizado al Comité Ejecutivo que gestione la contratación de la firma Voith, que es la misma que proveyó las turbinas, se dejó constancia de que en esa contratación de trabajo podía disponer el director argentino de un monto de hasta US$1 millón y de US$1 millón hasta US$100 millones, que era el límite autorizado por el Consejo, tenía que contar ya con la anuencia del Comité Ejecutivo, conformado también por el director paraguayo, cargo que en ese entonces ocupaba el Ing. Miguel Fulgencio Rodríguez.
Según la información recogida por el consejero paraguayo, Thomas firmó tres contratos, de los cuales dos fueron puestos a consideración para su aprobación; uno por US$100 millones y otro por US$50 millones y habría un tercer contrato, que también ya está firmado por Thomas con la Voith a título personal, por US$68 millones. Reiteró que, en la contabilidad de la EBY figuran rendiciones solo por US$56 millones. “Este hecho, consideramos los cinco consejeros, afecta y viola el principio de la cogestión que reclamamos en la conducción de la empresa”, declaró Diógenes Martínez. El representante de la Cancillería ante el Consejo lamentó que la margen paraguaya esté “siempre menoscabada en el control y ni qué decir en el ejercicio de la administración de la empresa binacional”.
Contrato rige desde 2012
En un informe elevado al gobierno de Horacio Cartes, el ex consejero Guillermo López Flores afirma que un ejemplo que patentiza la asimetría en la gestión que impera en la EBY es el caso de avería y reparación de sus 20 turbinas, que tiene un enorme costo financiero. “La participación paraguaya es prácticamente testimonial, un verdadero convidado de piedra”, afirma López Flores, quien hace referencia al contrato suscripto con la Voith para la reparación de las turbinas, que comenzó a regir el 7 de marzo de 2012 y se extenderá por 80 meses. La obra se inició el 1 de junio de 2012 y se extenderá hasta el 30 de setiembre de 2017, bajo la modalidad Works, según explica el especialista en su informe.
