"Queremos que Nissan detenga la intimidación contra los trabajadores que apoyan un sindicato", dijo Willard Wells, trabajador de la compañía automovilística en la localidad de Canton (Misisipi), en Estados Unidos.
Ginebra. Una asociación comunitaria de Misisipi acusó este miércoles en Ginebra -donde tiene lugar uno de los salones de automóviles más importantes del mundo- a la automovilística japonesa Nissan de poner trabas para que sus obreros estadounidenses puedan hacer efectivo el derecho de asociarse y formar sindicatos.
"Queremos que Nissan detenga la intimidación contra los trabajadores que apoyan un sindicato", dijo Willard Wells, trabajador de la compañía automovilística en la localidad de Canton (Misisipi), en Estados Unidos.
Según relató a los periodistas el obrero, representante de la Alianza de Misisipi en favor de la Equidad en Nissan, la firma utiliza maniobras como propiciar reuniones individuales de supervisores con trabajadores para disuadirlos de apoyar la creación de un sindicato, así como mostrar vídeos antisindicales en las pantallas de televisión de la planta durante los horarios de trabajo.
Asimismo, dijo Wells, los responsables de esa factoría han advertido de que en caso de que el sindicato llegase a formarse y la productividad bajara, las operaciones podrían deslocalizarse.
Una representación de los trabajadores de la planta de Canton, que empezó a funcionar en 2003 y actualmente emplea a 5.000 personas, se manifestó en los alrededores del recinto ferial que alberga al Salón del Automóvil de Ginebra, donde los fabricantes presentan sus últimas novedades en términos de modelo e innovaciones y que este año espera recibir 700.000 visitantes en una semana.
El reverendo Melvin Chapman, quien también representa a la Alianza, dijo que el propósito de esa acción es que se garantice a los trabajadores de Nissan en Misisipi el derecho a decidir libremente y sin presiones si quieren o no organizarse en un sindicato.
Recordó que en varios otros países donde Nissan tiene plantas -entre los que mencionó Brasil, Australia, Japón y algunos europeos- los trabajadores sí tienen garantizado ese derecho, lo que les permite a la vez lanzar negociaciones para convenciones colectivas.
"Negándoles el derecho de formar sindicatos Nissan trata a sus trabajadores en Estados Unidos como ciudadanos de segunda clase", dijo Chapman.
Wells explicó que el interés que los trabajadores ven en sindicarse tiene que ver principalmente con la necesidad que ven de que se mejoren ciertas cuestiones relacionadas con la seguridad en los procesos de producción y ensamblaje.
Asimismo, dijo que hay interés en que los trabajadores nuevos puedan entrar en la plantilla regular.
Dijo que se calcula que en la planta donde trabaja un 40% de empleados tienen contrato temporal, con lo que tienen menos beneficios y más baja remuneración por un trabajo similar.
Sin embargo, los oradores reconocieron que la actitud que denuncian de Nissan no constituye ninguna violación a la legislación laboral, que en Estados Unidos -según recordaron- no incita ni facilita a la organización de los trabajadores en sindicatos.