Las conversaciones para resolver la disputa comercial, que comenzó en abril pasado por diferencias sobre estándares de exportación, se mantienen sin avances, tanto a nivel técnico como diplomático.
Buenos Aires. Las negociaciones entre Buenos Aires y Pekín por una disputa comercial que está afectando las ventas de aceite de soja del país sudamericano siguen sin registrar avances, dijo el miércoles una fuente del Ministerio de Agricultura de Argentina.
La puja comenzó en abril, cuando China recomendó a importadores de aceite de la oleaginosa que no compren el producto de Argentina, el mayor exportador mundial, con el argumento de que los embarques de la nación austral no cumplían con el estándar de calidad exigido por el gigante asiático.
Desde entonces los países están conversando para hallar una solución al problema, pero la disputa abarca aspectos más amplios de la relación comercial bilateral, ya que China reclama que Argentina no limite el ingreso de sus productos industriales como sucedió en los últimos meses.
"De prolongarse esta situación por más tiempo, podría tener un efecto negativo grave en la comercialización de la soja en nuestro país", señaló la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) a través de un comunicado.
A la vez que hay negociaciones técnicas sobre la calidad del aceite de soja argentino, también hay conversaciones a nivel diplomático para lograr un acuerdo sobre el comercio bilateral.
Como inicio del diálogo técnico, el gobierno argentino envió a China una propuesta de reducir la cantidad de hexano (un solvente usado para el procesamiento de la soja) de los cargamentos de aceite de la oleaginosa.
"Estamos esperando la respuesta formal de la AQSIQ (órgano chino de control de calidad). Ellos no contestaron todavía, aunque ha habido contactos verbales consultando por el sistema de control que estamos proponiendo", explicó a Reuters una fuente del Ministerio de Agricultura de Argentina.
"Las negociaciones están bien encaminadas desde el punto de vista de lo que el Senasa (el órgano sanitario argentino) puede hacer. Pero hay una negociación que está en otro plano, nosotros podemos negociar con el AQSIQ una serie de cosas, pero las cuestiones comerciales son asuntos en los que el Senasa no tiene absolutamente nada por hacer", añadió.
La fuente dijo que a fin de mayo una misión del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina viajará a China para buscar una solución a la puja comercial.
Desde que estalló la disputa, muchos embarques de Argentina se postergaron o fueron desviados a otros destinos, mientras que las compras chinas de aceite de soja se redujeron porque la mercadería de otros orígenes, como Estados Unidos, es más cara.
"Obviamente un mercado como China se lleva una cantidad importante (de mercadería) y esto no se cambia de un día al otro", dijo a Reuters Alberto Rodríguez, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina.
"Lo que estamos notando es que hay una caída en el precio del aceite de soja argentino comparado con el de Brasil", agregó.
El conflicto tiene lugar en momentos en que los agricultores argentinos están recolectando una cosecha de soja que llegaría al récord de 54,8 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.