La Asociación GSMA dijo que México es uno de los países más caros de la región en materia de espectro y además, tiene las tasas de impuestos más altas. Aseguran que el elevado costo no es consecuencia del mercado, sino de decisiones políticas.
Ciudad de México. El precio del espectro en México es caro, pero además, la carga tributaria es de las más altas en la región, hecho que puede afectar no sólo la viabilidad de la industria, sino el beneficio para los usuarios, de acuerdo con la Asociación GSMA.
Lucas Gallitto, director de Políticas Públicas de la GSMA para América Latina dijo a El Economista que México se coloca como uno de los países más caros de la región en materia de espectro. En el caso de la banda de 2.5GHz, que recién publicó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) las bases de licitación, dijo que, si bien el precio de salida no es tan oneroso, el pago de derechos representa aproximadamente el 85% del precio total anual del espectro.
En situación similar está Chile, Portugal o Colombia.
Gallito comentó que “el espectro como como política fiscal de recaudación empieza a ser una política antigua. En México la ley federal de derechos, de la Secretaría de Hacienda, fija costos muy altos que puede afectar la sustentabilidad de la industria”.
De acuerdo con el informe, “Eficacia en la fijación de los precios del espectro en América Latina: políticas que fomenten una mejor calidad y mayor asequibilidad de los servicios móviles”, los altos precios de las bandas de espectro, resultantes de las subastas, no son consecuencia de las fuerzas del mercado, sino que se deben, principalmente, a decisiones políticas, donde los reguladores fijan un elevado precio de reserva.
Este enfoque ha generado que se inflen los precios en la región, que son casi un 60% más altos que en Europa.
De modo que los reguladores deben adoptar políticas de espectro focalizadas en maximizar los beneficios a largo plazo para la sociedad, en lugar de aumentar el costo del espectro para obtener ganancias a corto plazo.
Según la GSMA, en América Latina, los precios excesivos del espectro, que son casi el doble de los europeos, ejercen una importante presión financiera sobre la industria que afecta el despliegue de redes de próxima generación.
Sebastián Cabello, director Regional de la GSMA para América Latina dijo que “los países latinoamericanos que no ponen espectro a disposición para redes de 4G y 5G e inflan los precios de manera artificial impiden el desarrollo de sus economías digitales, demoran el cierre de la brecha digital y perjudican a los usuarios”.
“Los operadores móviles necesitan tener acceso equitativo a suficiente espectro radioeléctrico para prestar servicios de banda ancha móvil asequibles y de alta calidad”, dijo.