Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), admitió que el rompimiento se puede generar y eso implicaría que varios municipios de Medellín sufran una inundación severa.

Bogotá. Las dificultades en torno a Hidrotuango parecen no cesar. El escenario, hasta el momento, es inquietante pero, además de los inconvenientes presentados en la última semana, hay uno que podría complicar la situación y desencadenar una tragedia: el rompimiento de la presa de la hidroeléctrica. ¿Es posible que eso suceda?

Aunque en estos casos es difícil adelantarse a los hechos y hacer conjeturas sin tener evidencias, Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), admitió este jueves, en entrevista con Blu Radio, que ese rompimiento sí se puede generar, lo cual implicaría que varios municipios sufran una inundación severa. Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí, serían los territorios más afectados.

Uno de los caminos para evitar que eso suceda es alzar la presa siete metros más del nivel actual (cota de 410) para obligar a que las aguas, si alcanzan la cresta del embalse, pasen a través del vertedero.

Así lo explicó Londoño, al tiempo que aseguró que es prioritario evitar que el flujo de agua continúe por las galerías de tránsito del proyecto. De esa manera es posible evitar el proceso erosivo en la presa.

Ya este miércoles las contingencias habían obligado a la evacuación del personal operativo y por esta razón se interrumpieron indefinidamente las labores de una obra que es fundamental para mitigar la situación. Así mismo, las autoridades evacuaron más de 5.000 pobladores de la región.

El presidente de EPM dijo que la empresa está poniendo toda la capacidad logística para lograr ese objetivo, pero insistió en que el problema es la dificultad para transitar por la zona. Otro factor que genera inconvenientes es las difíciles condiciones climáticas de la temporada invernal.

“Tenemos que actuar con mayor prontitud y celeridad en el manejo de esta emergencia que puede ser de grandes proporciones si no se atiende oportunamente”, advirtió Londoño.

También afirmó que cuentan con asesoría internacional para atender la situación. La idea es que a lo largo de la jornada se defian nuevos planes de contingencia, “debido a que en el momento la salida de agua escapa a las previsiones del proyecto”.

La finalización del alza de la presa estaba programada para el domingo 20 de mayo, pero EPM estima que las obras tomen entre tres y cuatro días en el momento en que se puedan reanudar, dado que el canal que se inundó era el que se utilizaba para transportar el material necesario para las labores. Por el momento, según Londoño, se trabaja en acondicionar otro túnel para desviar los camiones.

Este miércoles, en rueda de prensa, EPM explicó que poco antes del medio día hubo una obstrucción temporal en uno de los tres canales de la casa de máquinas, lo que provocó que el agua saliera por las galerías de tránsito durante dos horas y media. En las horas siguientes desapareció la obstrucción y hasta el momento el agua fluye con normalidad, pero no es claro si podría o no repetirse la situación.

Londoño también admitió que desde que se tomó la decisión de evacuar el agua por la casa de máquinas se contempló la posibilidad de que se presentaran fallas.

Mientras tanto, EPM sigue en máxima alerta y trabajará a lo largo del día de la mano con las autoridades en un plan de emergencia. También continúan las labores de evacuación preventiva en las poblaciones ribereñas de Valdivia, Caucasia, Tarazá, Cáceres, Nechí, así como en zonas limítrofes de los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar.