La iniciativa apunta a aumentar la conectividad entre ciudades argentinas, como Rosario y Córdoba, sin la necesidad de tener que conectarse entre ellas vía Buenos Aires.

La empresa ofrecerá más asientos en vuelos de cabotaje, como parte de un plan para aumentar la conectividad en el país, que incluye el objetivo de potenciar el hub de Ezeiza y posicionar ciudades como Córdoba y Rosario, para conectar mejor a país sin necesidad de pasar por Buenos Aires.

“En lo que va del año la cantidad de vuelos no varió en forma significativa, con respecto a 2015, pero sí se realizaron algunos cambios en los esquemas de vuelos, tendientes a fortalecer la red de cabotaje y robustecer tácticamente algunas rutas regionales e internacionales”, señalaron a Télam desde la compañía aérea.

Respecto a la red de cabotaje, los cambios suman una cantidad de vuelos directamente desde las provincias al aeropuerto de Ezeiza, como es el caso de Salta, lo que permitirá una mejor conexión de esa provincia con la oferta internacional que ofrece Aerolíneas.

También se aumenta la cantidad de frecuencias directas para unir el Norte y el Sur del país, como las cuatro nuevas del tramo Córdoba-Ushuaia.

Se sumarán además nuevas frecuencias intertramos, como Rosario-Mendoza y Córdoba-Jujuy, “es decir, vuelos dentro del país que no pasarán por la Ciudad de Buenos Aires, lo que redunda en un ahorro de tiempo para los pasajeros”, dijeron los voceros de la empresa.

En casos puntuales como los vuelos entre Viedma y Buenos Aires, a partir del mes próximo se realizarán vía Bariloche: el recorrido Aeroparque-Bariloche-Viedma-Aeroparque se hará los días lunes, viernes y domingos y Aeroparque-Viedma-Bariloche-Aeroparque los miércoles y sábados.

Las rutas a Comodoro Rivadavia y Río Gallegos, en tanto, se reiniciaron en abril a través de una triangulación vía Aeroparque, tres veces por semana.

“Esta decisión resulta en un aumento de las frecuencias a la provincia de Santa Cruz, sumando así tres frecuencias diarias a Río Gallegos, y las seis frecuencias diarias a Comodoro Rivadavia en Chubut.

En el caso de Neuquén no hubo alteraciones en las frecuencias de vuelos, destino al que Aerolíneas sirve con 58 frecuencias semanales y en temporada alta (julio y agosto) servirá con 65 frecuencias semanales.

La oferta invernal de Aerolíneas incluirá en total 131 frecuencias semanales a Bariloche desde Buenos Aires (un 102% más de frecuencias que en temporada baja); 12 frecuencias semanales a Chapelco (un 149% más que en temporada baja); y 44 frecuencias más a Ushuaia.

Respecto de la Patagonia, la política de precios depende de los destinos y de las frecuencias, pero en la empresa creen que la mayor oferta de asientos (un 20% en esta temporada) podrá generar más apertura en clases económicas y mejores opciones para los pasajeros.

La empresa trabaja en promociones y descuentos con bancos y tarjetas de crédito, todas medidas tendientes a hacer más accesible los pasajes de cabotaje.

En el caso de Chubut, desde julio se pasará de 67 a 78 frecuencias semanales (11% más) para compensar el cierre de operaciones de la empresa Sol Líneas Aéreas.

A los efectos de poder ofrecer una opción más atractiva vía Ezeiza, la compañía aérea estatal lanzó en mayo un combo de pasajes desde y hacia ese aeropuerto con servicio de transfer incluído y descuentos en comparación con el valor de los tickets desde o hacia Aeroparque.

“Por razones competitivas no se va a publicitar el plan de negocios de la empresa, aunque está claro que se busca fortalecer la operación, ampliar la conectividad y usar de forma más eficiente los recursos de la compañía para poder llegar en cuatro años al déficit cero”, dijeron las fuentes de la empresa que dirige Isela Costantini.

La prioridad de Aerolíneas está en maximizar los recursos disponibles (flota y rutas), fortalecer la presencia y aumentar la conectividad de los usuarios, sin necesidad de comprar aviones por fuera de lo ya comprometido, porque el foco está puesto en pagar los aviones que se adeudan.