JetSMART y Flybondi, que compiten con la aerolínea más grande del país, Aerolíneas Argentinas, dijeron que estaban sorprendidas y acusaron al Gobierno de Alberto Fernández de ignorar las preocupaciones del sector.
Buenos Aires. Las dos aerolíneas de bajo costo de Argentina desmintieron al Gobierno, que dijo que la implementación de una de las prohibiciones de viaje más duras del mundo durante la pandemia del coronavirus se había discutido previamente con la industria.
A principios de esta semana, Argentina prohibió todos los vuelos comerciales y la venta de boletos hasta el 1 de septiembre.
JetSMART y Flybondi, que compiten con la aerolínea más grande del país, Aerolíneas Argentinas -propiedad del Estado y que es subsidiada por los contribuyentes-, dijeron que estaban sorprendidas y acusaron al Gobierno de ignorar las preocupaciones del sector.
"No teníamos conocimiento de que existía alguna discusión, mucho menos una decisión, sobre esta medida que se está aplicando", dijo a Reuters Estuardo Ortíz, presidente ejecutivo de JetSMART, que comenzó a operar en Argentina recientemente. "Atenta contra la sostenibilidad de la aviación privada en el país".
Esteban Tossutti, presidente de Flybondi, dijo por su parte que la decisión también lo tomó por sorpresa y que el Gobierno argentino no les ha explicado desde entonces por qué tomaron una medida tan drástica.
"Nadie tiene esa respuesta de por qué eligieron esa fecha del 1 de setiembre", dijo Tossutti.
El ejecutivo informó que las aerolíneas de Argentina mantuvieron una reunión con el Gobierno hace menos de dos semanas, que describió como improductiva, pero agregó que no se dieron indicios de que se avecinaba una extensión de la prohibición de viajes, que originalmente regía hasta mayo.
Como la mayoría de las aerolíneas de todo el mundo, Flybondi y JetSMART están buscando el apoyo del Gobierno para capear la crisis.
El Gobierno del presidente argentino de centroizquierda, Alberto Fernández, ha insistido en que se consultó a la industria antes de implementar la prohibición.
Un portavoz presidencial dijo el lunes que la decisión fue tomada en base a "un consenso entre el Gobierno y las aerolíneas del sector" y que la fecha del 1 de septiembre fue acordada con las compañías. "Esta decisión no fue unilateral", señaló.
El martes, el portavoz no quiso responder a los comentarios de JetSMART y Flybondi.
"A menos que el Gobierno de Argentina sepa algo que nosotros no, porque ningún país ha tomado esa medida, me parece que es excesiva", Carlos Ozores, consultor de aviación de la consultora ICF. "No entiendo cuál es su motivación", agregó.
LATAM Airlines Group, que también opera vuelos domésticos en Argentina entre otros países, declinó referirse a la situación. Aerolíneas Argentinas no respondió a una solicitud de comentarios.
Empresas en peligro. La participación de mercado de la aerolínea de bandera se ha visto desafiada en los últimos años por las agresivas estrategias de precios de jugadores como Flybondi, que llegaron al mercado apoyados en las políticas de la anterior gestión de centroderecha liderada por Mauricio Macri.
Argentina ha sido una de las pocas historias de éxito de las empresas de ultra bajo costo en América Latina. Países como Brasil han sido abiertos al decir que les gustaría emular ese tipo de competencia en su territorio.
Sin embargo, establecer aerolíneas privadas para desafiar a Aerolíneas Argentinas ha sido arriesgado, incluso en tiempos normales.
Avianca Argentina, filial de la aerolínea colombiana Avianca, cerró sus negocios menos de dos años después del lanzamiento. Norwegian Air Shuttle terminó vendiendo su filial a JetSMART tras solo un año de su lanzamiento. Si bien Flybondi y JetSMART no han despedido a los trabajadores durante la actual prohibición de vuelo, impuesta para evitar la expansión del coronavirus en el país, los salarios se vieron afectados porque parte de los mismos se componen por las horas de vuelo.
A raíz de la situación actual, JetSMART puso en duda los planes que tenía para el país, que incluían el aumento de rutas nacionales y regionales y el envío de dos nuevos aviones.
"Las low cost necesitan vender con tres meses de anticipación", dijo Tossutti, de Flybondi. "Ahora te dicen no solo que no puedes volar, sino que no puedes vender."