Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), asegura que la decisión del Consejo de Estado de suspender esta técnica no tiene fundamento, pues las normas locales son más rigurosas que en EE.UU.
Hay discordia en Colombia por la implementación del fracking para hidrocarburos no convencionales. El pasado 9 de noviembre el Consejo de Estado decidió suspender la reglamentación de esta técnica (fracking), al considerar que “la autorización puede conllevar un daño potencial o riesgo al medioambiente y a la salud humana, cuya gravedad e irreversibilidad se cimienta en la posible insuficiencia de las medidas adoptadas”.
Sin embargo, diferentes gremios del sector hidrocarburos advierten sobre las serias consecuencias de la autosuficiencia energética del país que tiene el dictamen. Por eso El Espectador habló con Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), quien afirma que la decisión del Consejo de Estado carece de fundamento técnico, pues la regulación colombiana es más rigurosa que la de países como Estados Unidos.
- ¿Qué tipo de “fracking” se haría en Colombia?
Primero tenemos que hablar sobre qué son los yacimientos no convencionales, los cuales son unas rocas en las que se han formado hidrocarburos. El fracturamiento hidráulico, o fracking, es un método que se utiliza para extraer el petróleo y gas de estas formaciones (rocas). Esta tecnología es una combinación de técnicas que se han usado históricamente en el sector hidráulico: excavación de pozos verticales, perforación de pozos horizontales y, por último, se realizan unas microfracturas utilizando una mezcla 95 % agua y el restante 5 % de otros materiales y químicos.
- Es decir, ¿puede haber “fracking” para yacimientos convencionales?
En Colombia se ha empleado desde hace 70 años el fracturamiento hidráulico para pozos convencionales.
- Entonces, ¿qué tipo de “fracking” fue el que suspendió el Consejo de Estado?
El Consejo de Estado suspende las normas que se habían desarrollado en materia técnica para llevar a cabo la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales, utilizando entre otros la técnica del fracking. Aunque respetamos la decisión del Consejo de Estado, nos parece una decisión errada, que carece de rigor técnico y científico.
- ¿Por qué carece de fundamento?
Colombia lleva alrededor de 12 años preparándose para crear una normatividad que recoja lo mejor de la experiencia mundial de países como Estados Unidos y Canadá. No es cierto lo que dice el Consejo de Estado de que se vayan a producir afectaciones al medioambiente ni daños a la salud humana. Es una normatividad muy rigurosa que establece monitoreos permanentes, que dan garantías de que no habrá perjuicios a acuíferos ni a aguas superficiales, tampoco fenómenos de sismicidad, ni emisión de gases de efecto invernadero.
- ¿Qué tan buena es la regulación colombiana del “fracking” frente a otros países?
Es muy rigurosa, incluso va más allá. Mientras que en Estados Unidos se establece que no se pueden hacer operaciones de fracking a menos de 100 metros de acuíferos identificados, en Colombia la norma es de 500 metros. Y mientras que a escala internacional no se puede implementar esta técnica a menos de 500 metros de fallas identificadas, la norma nacional es de por lo menos un kilómetro.
Colombia no está experimentando ni improvisando con el fracking. Estados Unidos sí vivió una etapa de prueba y error hace más de 15 años, pero este no es el caso. Nosotros vamos a implementar una regulación que ya agrupa toda esta experiencia internacional para evitar todos los riesgos: contaminación de acuíferos, efectos sísmicos y otros daños medioambientales.
- ¿Dentro de la regulación hay multas y sanciones?
Claro que sí, e incluso está contemplado quitarles los contratos a las empresas y operadores que incumplan la regulación y que no implementen el fracking de hidrocarburos no convencionales de forma responsable.
- ¿Cuántos campos han identificado que tienen potencial de “fracking” en Colombia?
Las zonas de más potencial se encuentran en los departamentos de Santander, Cesar y en el norte de Boyacá.
- Y en términos de reservas, ¿cuál es el potencial?
Pasaríamos de tener reservas de petróleo y gas por cerca de 5 años a más de 15 años. Es decir, aumentaríamos en 10 años la autosuficiencia energética del país.
- ¿Es rentable hacer “fracking” en Colombia con los precios actuales (US$65 el Brent)?
Este es uno de los grandes retos que tenemos que enfrentar: en Estados Unidos ya hay operaciones que pueden funcionar con precios de US$30 el barril, o incluso un poco menores. En Colombia los precios de más de US$60 podrían permitir implementar el fracking. Pero para eso necesitamos que nos permitan hacer las pruebas pilotos.
- ¿Cuál sería el efecto de prohibir el “fracking” en Colombia?
Aumenta el riesgo de perder la autosuficiencia energética, lo que podría implicar más de US$7.000 millones al año por los costos asociados con la importación de hidrocarburos como el gas, que es el principal insumo de la generación eléctrica del país. Pero no se trata de forzar la implementación del fracking, sino de hacerlo bien y con absoluto respeto al medioambiente, para que de esta manera podamos hacer sosteniblemente la transición hacia las energías renovables.