Los agricultores argentinos están enfrentados desde hace casi tres años con el gobierno, reclamando que los exportadores pagan un precio menor al fijado para el trigo en el mercado local. Este viernes se tomarán una planta de Cargill por unas horas como medida de presión.
Buenos Aires. Un grupo de productores agrícolas de Argentina, que siguen en huelga contra la política oficial para el sector, bloqueará este viernes una planta de Cargill por unas horas, diciendo que los exportadores pagan un precio menor al fijado para el trigo en el mercado local.
Los agricultores argentinos están enfrentados desde hace casi tres años con el Gobierno, que aplica restricciones a las ventas externas para garantizar el abastecimiento interno y limitar las alzas de los precios locales.
Los trigueros denuncian que el sistema de cupos de exportación elimina la competencia entre molinos y exportadores, lo que permite que les paguen a los productores precios inferiores a lo estipulado para el cereal en la plaza local.
"Cargill es un símbolo de quienes son los que ganan. Las condiciones les generan fenomenales ganancias", dijo el viernes a una radio local Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA).
La medida de la entidad, que representa a agricultores de menor escala y que está aliada con las otras tres mayores asociaciones de productores del país, prácticamente no afectará la actividad en la planta de Cargill, situada en el complejo agroportuario de Rosario, uno de más importantes del mundo en su sector.
"Nos volvemos a manifestar a las puertas de este gigante multinacional, que es una de las empresas que está acumulando enormes ganancias por las políticas agropecuarias del gobierno nacional", dijo en un comunicado el miércoles Oscar Príncipe, secretario gremial de FAA.
Los productores argentinos iniciaron el lunes una huelga comercial de una semana que dejó inactivos a los mercados de granos locales, reavivando un conflicto que comenzó en el 2008 ante un intento del Gobierno de elevar un impuesto a la exportación de granos.
Algunos líderes rurales han insinuado que podrían extender su protesta actual, lo que empañaría el panorama político en un año electoral en el que se espera que la presidenta de centroizquierda Cristina Fernández busque la reelección en los comicios de octubre.
Argentina es el principal proveedor internacional de aceite y harina de soja, el tercero del poroto de la oleaginosa y el segundo del maíz, pero su producción del ciclo actual de ambos cultivos está amenazada por el clima seco que golpea al país, lo que agrava el malhumor en el sector.