El anuncio de Susuki Motor Corp se produce en momentos en que otro escándalo remece a su par japonesa Mitsubishi Motors Corp, que el mes pasado reconoció haber manipulado los datos de ahorro de combustible de cuatro modelos de mini vehículos.
Suzuki admitió este miércoles que utilizó métodos inapropiados para calcular el consumo de combustible de sus autos en Japón, aunque sostuvo que pruebas posteriores mostraron que no necesitaba rectificar los datos, en un hecho que causó una fuerte baja de las acciones de la automotriz nipona.
El anuncio de Susuki Motor Corp se produce en momentos en que otro escándalo remece a su par japonesa Mitsubishi Motors Corp, que el mes pasado reconoció haber manipulado los datos de ahorro de combustible de cuatro modelos de mini vehículos.
Suzuki, la cuarta automotriz japonesa por ventas, informó que 2.1 millones de sus vehículos estaban afectados en Japón, pero su presidente ejecutivo Osamu Suzuki dijo a periodistas que sus trabajadores no utilizaron de forma intencionada datos inapropiados.
"La empresa pide disculpas por no haber seguido las normas establecidas por el país", aseveró.
Las acciones de la compañía cerraron este miércoles con una caída del 9.4% en la bolsa de Tokio, tras reconocer que había empleado métodos inapropiados en el cálculo de uso de combustible, aunque el fin de la jornada bursátil ocurrió antes de que el jefe de Suzuki hablara con los medios.
Suzuki está especializada en la fabricación de autos pequeños que tienen motores de hasta 660 cc y tiene un trato fiscal preferencial en conformidad con la ley japonesa. La firma controla alrededor de un tercio del mercado de mini vehículos del país.
El fabricante informó que planea seguir vendiendo sus coches dado que las nuevas lecturas de consumo no se han desviado mucho de las presentadas anteriormente, y añadió que por el momento no veía un gran impacto sobre sus ganancias.
Las emisiones y el ahorro de combustible se han situado bajo la lupa de reguladores de todo el mundo después de que la alemana Volkswagen admitió el año pasado que empleó "dispositivos trucados" en 11 millones de vehículos diésel para rebajar las emisiones durante las pruebas de índices de polución.