Ambas obras ampliarán la oferta de agua para el consumo humano de Lima con una inversión total que supera los US$123 millones.
Lima, Andina. El presidente de la República, Alan García Pérez, inspeccionará este lunes el avance de obras del Proyecto de Derivación Huascacocha – Rímac en la región Pasco y luego en Junín visitará la Planta de Tratamiento de Aguas del Túnel Kingsmill.
Ambas obras se ejecutan con una inversión total que supera los US$123 millones.
En su viaje de trabajo Nº 253 al interior, se desplazará al campamento Huascacocha, Pasco, donde inspeccionará el avance de las obras del Proyecto de Derivaciones Huascacocha – Rímac, cuya inversión asciende a US$79.610.690.
El objetivo del proyecto es ampliar la oferta de agua para el consumo humano de Lima mediante el represamiento de la laguna Huascacocha y su posterior conducción y trasvase a la cuenca del río santa Eulalia a fin de entregar anualmente a Lima 52 millones de metros cúbicos de agua (2,6 metros cúbicos por segundo).
Esta obra beneficiará a 2.000.400 mil habitantes de 27 distritos de Lima y Callao.
Genera 6.600 puestos de trabajo y su construcción se inició en mayo de 2010.
El Proyecto de Derivaciones Huascacocha – Rímac, que comprende una presa de 129 metros de altura, canales de 24 kilómetros, un sifón de 6 kilómetros y un túnel de 2 kilómetros, entrará en operación en abril del próximo año.
Junín. Posteriormente, en su viaje Nº 254, el mandatario llegará a la Planta de Tratamiento de Aguas del Túnel Kingsmill, ubicada en la orilla sur del río Yauli, Junín, cuya ejecución demandó una inversión de US$44 millones. Lo hará acompañado del ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez.
El túnel Kingsmill tiene una extensión de 14 kilómetros y una profundidad de 500 metros. Drena 1,100 l/s de aguas subterráneas de las minas ubicadas en Morococha.
La Planta de Tratamiento procesará los 1.100 l/s de aguas ácidas con alto contenido de metales produciendo agua de buena calidad para verterla al río Yauli, afluente del Mantaro.
De esta manera se terminará con un problema de contaminación de más de 70 años.
La construcción de la planta requirió 21 meses de trabajo. Su operación y mantenimiento estará a cargo de la empresa Chinalco.
A la fecha, la planta está físicamente terminada y en etapa de prueba, procesando desde agosto del año pasado las aguas ácidas provenientes del túnel Kingsmill, las que luego de ser tratadas son vertidas al río Yauli.