Los agricultores del país sudamericano se están apurando a sembrar trigo con la alta humedad que dejaron las tormentas de abril, que llegaron después de meses de una severa sequía y ayudaron a destrozar a la soja 2017/18, cuya cosecha sufrió pérdidas de unos 20 millones de toneladas.
Buenos Aires. La cosecha récord de trigo prevista este año en Argentina podría llegar justo a tiempo para hacer arrancar en el cuarto trimestre a la economía doméstica, golpeada por bajos niveles de inversión, una elevada inflación y una producción de soja que fue desvastada por condiciones climáticas adversas.
Los agricultores del país sudamericano se están apurando a sembrar trigo con la alta humedad que dejaron las tormentas de abril, que llegaron después de meses de una severa sequía y ayudaron a destrozar a la soja 2017/18, cuya cosecha sufrió pérdidas de unos 20 millones de toneladas.
La favorable humedad en los campos argentinos abrió el camino para un incremento en el área sembrada con trigo de la temporada 2018/19. La Bolsa de Comercio de Rosario prevé una cosecha récord de 20 millones de toneladas, por encima del máximo previo de 18,2 millones en el ciclo 2016/17.
"La economía del trigo para Argentina es como la chispa de la bujía que enciende el motor", dijo a Reuters Ezequiel de Freijo, economista de la Sociedad Rural Argentina, que representa a los mayores productores agrícolas del país.
"Va a jugar un rol importante en el nivel de actividad económica del cuarto trimestre, sobre todo si lo comparamos con el tercer trimestre, en el que se estima que el nivel de actividad llegaría a su valle", explicó.
Expertos pronostican una contracción económica en el segundo y el tercer trimestre de este año, como consecuencia de las turbulencias que desde abril están sacudiendo los mercados locales y que causaron una fuerte devaluación de la moneda doméstica y dispararon la ya elevada inflación.
Mientras tanto, los agricultores buscan capitalizar el clima favorable para el trigo, cuya implantación finalizaría este mes.
"Necesitamos dinero después de la sequía y los precios del trigo son altos. Las condiciones para la siembra son buenas, así que en eso estamos", dijo Pedro Vigneau, un productor de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito agrícola del país.
La cosecha récord de Argentina llega en momentos en que varios proveedores globales -entre ellos Rusia, Alemania y Francia- han sufrido pérdidas en su producción como consecuencia de clima adverso, lo que ha impulsado los precios del cereal.
La cosecha de trigo aportaría a Argentina unos US$3.000 millones en términos de exportaciones, lo que ayudaría a los agricultores a impulsar la siembra de sus dos cultivos principales, la soja y el maíz, dijo De Freijo.
"El trigo es el puente entre la sequía y la próxima temporada", dijo Agustin Tejeda Rodríguez, economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
