La ampliación de capital para adquirir el 25 % que el Grupo aún no controlaba de su filial brasileña, Santander Brasil, fue el tema central de muchas de las intervenciones de los accionistas, que advirtieron de los riesgos económicos, políticos y sociales que se plantean en ese país.

La presidenta del Grupo Santander, Ana Botín, ha asegurado este lunes a los accionistas que continuará la trayectoria de éxito que ha caracterizado a la entidad durante la presidencia de su padre y les ha tranquilizado sobre la ampliación de capital cuya aprobación se decidirá previsiblemente este lunes.

Se trata de una operación, anunciada el pasado mes de abril, que supondrá un aumento de capital de unos 4.600 millones de euros, mediante la emisión y puesta en circulación de 665 millones de nuevas acciones ordinarias de cincuenta céntimos de euro de valor nominal cada una y una prima de emisión del 20 %.

Ana Botín también dejó claro, en respuesta a uno de los accionistas, que su nombramiento fue aprobado por unanimidad por el Consejo de Administración del banco el pasado miércoles, a propuesta del Comité de Nombramientos y Retribuciones.

Preguntada por si habrá un cambio en la estrategia del banco, dijo que no y aseguró que será una estrategia "de continuidad, la misma que ha hecho del Santander uno de los bancos más grandes y con más éxito" del mundo.

"He trabajado aquí la mayor parte de mi carrera y lo he visto crecer y ahora lo seguirá haciendo".

También aprovechó para dejar claro que "el consejero delegado (Javier Marín) y yo hemos trabajado juntos muchos años y vamos a seguir haciéndolo, afrontando los cambios regulatorios y tecnológicos que se produzcan, para seguir ganando la confianza de unos clientes "cada vez más informados y que exigen más transparencia".

La decena de accionistas que tomaron la palabra, algunos de los cuales lo hacen en todas y cada una de las Juntas, expresaron sus condolencias a la nueva presidenta y a toda su familia por el fallecimiento de Emilio Botín, en la noche del pasado martes.

La ampliación de capital para adquirir el 25 % que el Grupo aún no controlaba de su filial brasileña, Santander Brasil, fue el tema central de muchas de las intervenciones de los accionistas, que advirtieron de los riesgos económicos, políticos y sociales que se plantean en ese país.

También se refirieron a la devaluación que a su juicio supondrá para los actuales accionistas.

Ana Botín tranquilizó a los intervinientes, agradeció a todos sus condolencias y defendió la operación, que será "muy buena para el banco".

"No se inventen productos" y "formen a sus empleados", para que la relación entre el banco y los clientes sea correcta y no se repitan casos "tan flagrantes" como el de los "Valores Santander", dijo un accionista, que pidió "prudencia".

Otro de los accionistas que intervino en el turno de preguntas contó, visiblemente emocionado, que el fallecido Emilio Botín le animó en una reciente entrevista a no desprenderse de su participación en el banco con estas palabras; "no vendas, que vamos como una moto".