Expertos consieran que el gas es central para la economía boliviana, pero es necesario desgasificar las relaciones y diversificar el comercio, impulsando las exportaciones de textiles, manufactura y productos como la quinua.
Bolivia debe afianzar su relación política y fortalecer y diversificar su comercio bilateral con Brasil, porque el país vecino es una potencia en la región, no sólo por su desarrollo, sino por su influencia, coinciden analistas en vistas a las elecciones en Brasil.
El 3 de octubre, la presidenciable del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Roussef, irá a las justas con candidatos como José Serra y Marina Silva. Diferentes encuestas realizadas en el vecino país, dan como potencial ganadora a la candidata oficialista.
Brasil se ubica entre los países de significativo crecimiento y peso económico, no sólo en la región, sino en el mundo, destacó el analista económico Gonzalo Chávez, consultado sobre la perspectiva de la relación boliviano-brasileña en vista a la asunción de un nuevo gobierno.
“Es el país con el que deberíamos tener más relación a nivel económico, político y comercial. Es fundamental tener una relación mucho más agresiva de nuestra parte, prácticamente sólo le vendemos gas y tenemos un superávit por esa venta, pero hay otras oportunidades”, explicó.
El gas, uno de los ejes centrales del comercio bilateral, representa un promedio anual de ingresos de US$1.600 millones. Esta área del comercio es central para la economía boliviana, pero es necesario desgasificar las relaciones y diversificar el comercio, impulsando las exportaciones de textiles, manufactura y productos como la quinua, afirmó Chávez.
En la región se formaron bloques político-económicos, precisamente para impulsar la integración en diferentes áreas, entre ellos el económico. El Mercado Común del Sur (Mercosur) y la recientemente creada Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aglutinan a diferentes países, entre ellos a Bolivia y Brasil.
Rousseff, en una entrevista concedida a La Razón y publicada el pasado 6 de abril, expresó, precisamente, su deseo de desgasificar las relaciones bilaterales.
“Las relaciones bilaterales son amplias y queremos que vayan mucho más allá del gas”, expresó en esa ocasión. La experta en integración latinoamericana, Karen Longaric, considera que Brasil tiene una influencia importante en los bloques regionales, que debe ser aprovechada por Bolivia.
“Brasil es un líder en el Mercosur, tiene peso en las decisiones en ese ámbito. Está claro que lideriza también Unasur, que en su tratado constitutivo señala promover relaciones comerciales, integración energética y de caminos, por lo tanto, son intereses prioritarios para Brasil, por lo que Bolivia debería aprovechar esto”, sostiene la experta, quien añade que la diversificación del comercio es central para Bolivia.
En criterio de Chávez, el relacionamiento político con Brasil debería anteponerse al que se tiene con Venezuela, que lidera un grupo de países afines políticamente e inscritos a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), donde está Cuba.
“El presidente Morales dijo que Lula Da Silva era su hermano mayor, pero en la práctica nuestro socio político diplomático más fuerte es Venezuela, con el que no tenemos grandes mercados y no está a nuestro lado como Brasil”, reflexionó el analista.
El presidente de la Comisión de Política Económica de Diputados, Marcelo Elío (MAS), reconoció que es necesario fortalecer el relacionamiento con Brasil, aunque también consideró que ello no implica dejar de acercarse o fortalecer el relacionamiento con otras naciones de la región.
“Brasil es un referente de una nueva política económica pero no podemos decir tal es más o tal es menos. Venezuela y Brasil son referentes contestatarios a Estados Unidos”, argumentó Elío.
Bolivia ya no es centro energético. El analista Gonzalo Chávez sostuvo que Bolivia dejó de ser el centro energético del continente por la aparición del sistema de exportación de gas LNG (Liquid Natural Gas, por sus siglas en inglés).
Explicó que este proceso consiste en congelar el gas y exportarlo a mercados de ultramar en barcos metaneros, eliminando de esta forma la necesidad de gasoductos. Añadió que, prácticamente, todos los países dela región, incluyendo a Brasil, van tras esta tecnología.
“Los chilenos comenzaron a construir plantas de LNG, al igual que los argentinos; los colombianos compran LNG, los brasileños tienen dos plantas. Bolivia, que iba a ser el centro de distribución de gas natural, ya no lo es y tiene que disputar con los proyectos de LNG”.
Ante este panorama, Chávez dijo que Bolivia debe buscar de forma urgente “relanzar y reconquistar” el mercado brasileño con el gas natural y ser parte del comercio del LNG”. Planteó consolidar alianzas estratégicas con Brasil, en esta área.