Las empresas de nuevos medios pelearán un día por los derechos de transmisión de los mundiales de futbol y pronto esas compañías también harán repensar a la FIFA sobre qué tan conveniente es mantener la lógica que aventaja a los medios tradicionales en los acuerdos de transmisión.
Rusia 2018 pasará a la historia de los mundiales como uno de los campeonatos de futbol con más aprovechamiento de la innovación tecnológica; por ejemplo, la función VAR que ha apoyado al arbitraje en sus decisiones sobre polémicas jugadas en el campo. También será la edición que arrojará más luces sobre los hábitos de consumo en línea de los usuarios por este tipo de contenido y sobre cuánto más Internet puede ser potenciado como una plataforma de distribución de video en múltiples dispositivos, como para que las empresas vayan construyendo desde ahora planes de negocio de cara a las siguientes ediciones mundialistas.
Pronto, las empresas digitales y de telecomunicaciones estarán abriendo un nuevo frente de competición contra los concesionarios tradicionales de radiodifusión y televisión de paga que por años se han beneficiado con los derechos de transmisión de eventos deportivos como las Olimpiadas o los mundiales de futbol; y pronto ese tipo de compañías también harán repensar a organismos como la FIFA sobre qué tan conveniente es mantener una lógica que aventaja a los medios tradicionales en los acuerdos de transmisión, cuando el consumidor ya es uno de multipantalla.
Las recientes fusiones de empresas generadoras de contenidos con otras de las telecomunicaciones, como la operación AT&T-Time Warner y la pelea de Comcast contra Disney por los activos de Fox, en Estados Unidos, no es sólo una mera intención de todas esas compañías por crear operadores verticales porque sí, sino parte de un plan de meter un pie en el negocio del entretenimiento vía el video en días en que Netflix, Google o Facebook atrapan la atención de los consumidores con contenidos propios, coinciden analistas.
Los gigantes de Internet retan a los medios tradicionales. Amazon ya dio un aviso de que las empresas relacionadas con Internet están interesadas en llevarse a los consumidores a sus plataformas. Hace dos semanas logró los derechos de transmisión de 20 partidos en vivo de la Liga Premier de Reino Unido a partir de 2019, con lo que su servicio Prime Video Amazon será una de las plataformas con más público apasionado de los deportes. América Móvil, uno de los dos grandes operadores de telecomunicaciones de América Latina, consiguió transmitir los juegos olímpicos de Río 2016, muestra de que hay otros que ambicionan el negocio de los concesionarios tradicionales.
Ambas compañías prefirieron no informar cuánto invirtieron en estas estrategias de negocio; pero el dinero no es tanto un problema para ellas, porque Amazon ingresó US$177.000 millones por sus operaciones en 2017 y AMX tuvo entradas por 254.000 millones de pesos en el primer trimestre del 2018. Pero aún con músculo financiero, existen visiones de mercado por rebasar, pues en 2017, inesperadamente la Federación Mexicana de Futbol (FMF) concedió los derechos de transmisión de la Selección Mexicana a la dupla Televisa-TV Azteca frente a la oferta más elevada de Telemundo-América Móvil.
Desde Buenos Aires, el analista en telecomunicaciones y nuevos medios de la firma Telracom, Juan Gnius, cuenta que el Mundial de Rusia 2018 ya ha desatado la configuración de nuevos productos, por ejemplo aquel en que un usuario de la marca Personal puede acceder desde su teléfono móvil a partidos del campeonato transmitidos por Cablevisión de Grupo Clarín, sin agotar su cuota de datos móviles; esto, gracias también a las oportunidades de negocio que permitió la fusión de ambas compañías aprobada por el gobierno argentino el año pasado.
“Ya este Mundial mostró nuevas formas de comercialización de contenidos; el tema de los celulares o multipantalla es la nueva forma de comercializar”, dice Juan Gnius. “En Argentina, DirecTV tiene los derechos de 64 partidos y DirecTV es AT&T. Esta nueva forma de comercialización va a generar nuevos modelos de negocio, teniendo en cuenta que va a ser más viable para los operadores integrados. Por ejemplo: un operador de contenido como Televisa y que tenga conexiones de banda ancha (Izzi Telecom), puede pensar en paquetes específicos para sus suscriptores y para móviles también. Twitter ya transmitió partidos con éxito y la tendencia es que esto se va a incrementar. El tema entonces es ser un operador integrado, con contenidos y acceso a banda ancha y móviles”.
Gnius platica que Internet es el nuevo ambiente al que operadores de TV de paga deben poner atención para no quedarse olvidados del mercado, ante el notable hecho de que el consumidor comienza a tener preferencia por contenidos y plataformas específicas. La prueba está en que la TV de paga, en Estados Unidos, mostrará una baja en los siguientes cinco años, da como referencia de la consultora Dataxis; la televisión de paga por cable pasará entonces de una presencia del 57 al 48% de la distribución de tecnologías para el 2023 en ese país.
Más demanda y mayor músculo encarecerá los derechos. El jefe de la firma de análisis en TI y telecomunicaciones Telconomia, Jesús Romo, coincide en que Internet será una plataforma que incrementará su importancia para los operadores, un hecho que los animará a ir en la búsqueda de los próximos derechos de transmisión de eventos deportivos tan lucrativos como los mundiales de futbol.
Romo advierte que a mayor interés, también mayor resultarán ser los costos de adquisición de derechos y no por ello será descabellado que surjan ofertas conformadas por empresas de radiodifusión o telecomunicaciones y de nuevos medios en la puja por esos derechos, que serán ganados por aquellas compañías mejor integradas en términos de contenidos, plataformas de distribución, redes de telecomunicación y planes de servicio.
“Quienes vayan por los derechos de mundiales, y en general de futbol, tendrán que tomar en cuenta cómo los consumidores utilizan ciertas tecnologías para el consumo de video. Por la presencia de plataformas, una hipótesis más viable es que los derechos vayan a ser cortejados desde más frentes e irán al alza; incluso estos consorcios podrían cambiar y no sólo irían por ellos las clásicas televisoras, sino que hay oportunidad para que vayan operadores de telecomunicaciones y empresas de tecnología también, aunque probablemente compartiendo la inversión con otros participantes”, prevé el jefe de Telconomia.
Claudia Benassini es investigadora de la Universidad La Salle y piensa que en el futuro cercano las empresas de Internet podrán generar sinergias con otras de telecomunicaciones para aprovechar el conocimiento de ambas en cuanto hábitos de consumo de los usuarios, aunque ello no necesariamente signifique un rompimiento con las empresas de medios tradicionales. Una clave, dice, puede estar en el tema de la multipantalla y el contenido de nicho; sin embargo, los operadores tradicionales han advertido hoy poco esa oportunidad, como sí las empresas de nuevos medios.
“Ya se ha incrementado de manera creciente la experiencia de inmersión individual basada en las ofertas multipantalla y las demandas de contenidos seguirán orientándose a nichos específicos… Ahora, el usuario selecciona los medios de acuerdo a sus intereses, necesidades y presupuesto, y desde ahí selecciona también la oferta de contenidos de su preferencia (…) El ejemplo hoy es el Mundial, pero consideremos otros ámbitos de entretenimiento o de información que en este momento ni el cable ni la TV abierta están cubriendo”, plantea Claudia Benassini.
Para Jorge Bravo, analista en Mediatelecom Policy & Law, transmisiones de mucho eco como las bodas reales y los mundiales son un tipo de contenido para la televisión abierta por su propia naturaleza de transmitirse en vivo, pero ello no es indicativo de que sea del pleno dominio de los medios tradicionales ante las oportunidades que trae consigo la innovación tecnológica.
“Conforme mejore la conectividad y las tecnologías de procesamiento de video en las plataformas, veremos que los OTT proveerán contenidos propios del ADN televisivo, como eventos en vivo y eventos especiales. Por eso en este momento, TV y plataformas son complementarias, aunque las primeras tengan los derechos de transmisión”, expone Bravo. “Si Rusia 2018 ya innovó al verificar jugadas y corregir decisiones arbitrales en una pantalla en tiempo real, entonces también marcará un antes y un después en el consumo audiovisual, los derechos de transmisión y los hábitos de las audiencias y los usuarios. Todos los operadores deberán aprender y adaptar sus estrategias y modelos de negocio”.