Estiman que la necesidad de recursos alegada por la oposición venezolana ante la venta de los activos desmejoró la imagen de la empresa, así como los arbitrajes pendientes.
Aunque el presidente de la República, Nicolás Maduro, no dio detalles de las razones por las cuales ya no se venderá el complejo refinador Citgo, analistas de diversas tendencias consultados por este diario coinciden en que la decisión tiene que ver con las bajas ofertas que recibió el Ejecutivo nacional por esos activos.
A principios de agosto el ex presidente de Pdvsa y ex ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, para ese momento en funciones en ambos cargos, precisó que Citgo (conformada por las refinerías Lake Charles, Corpus Christi y Lemont), ubicada en los Estados Unidos, tenía un valor en torno a US$15.000 millones.
Para la sazón Ramírez recalcó que saldrían de esa filial de Pdvsa cuando tuvieran una propuesta “conveniente a nuestros intereses”.
Según el economista, docente y analista petrolero Luis Oliveros, las ofertas fueron tan escuetas, que de acuerdo con datos obtenidos por él, no pasaron de US$4.000 millones, cifra muy alejada en efecto de las apetencias del gobierno venezolano, comentó.
El cálculo del economista se ubicaba en US$5.000 millones, mientras que Barclays hablaba de no más de US$7.000 millones.
Para terminar de echar por tierra esta decisión, el pasado martes el primer mandatario nacional aseguró desde Nueva York: “Nuestros planes con Citgo son seguir fortaleciendo nuestra inversión, pero además seguir haciéndola cada vez mejor y de manera modesta y humilde. Debemos consolidarnos”.
También aseguró que se “fortalecerá el apoyo del Programa Social de Calefacción a las comunidades del Bronx, que lleva a cabo Pdvsa a través de esa filial.
Cuestión de visión. “Las ofertas que recibió el gobierno de Venezuela por su sistema refinador Citgo no fueron lo suficientemente atractivas como para que Venezuela se deshiciera de él”, dijo a este diario el analista en energía David Paravisini, quien sostiene que “nadie paga lo que vale estar metido en una refinería de ese tamaño. Eso es como estar en una prisión”, comentó.
Paravisini, que aboga a favor de la venta de esos activos, dice que el valor de las tres refinerías podría ser de unos US$12.000 millones, mientras que el mejor margen de ganancias que puede llegar a tener una refinería está en torno a 10%. “Quién va a meter esa plata en una refinería”, se preguntó.
Por su parte, el ex funcionario de Pdvsa Alberto Quirós Corradi, quien se mostró satisfecho con la decisión del gobierno de no salir de Citgo, estimó que una de las razones principales que pudo privar para descartar la venta es que no hubo apuestas interesantes de parte de los potenciales compradores.
Sin embargo, Quirós Corradi no descarta que hayan existido problemas de tipo legal, debido a que los nuevos dueños deben ser aprobados por Estados Unidos, país con el cual las buenas relaciones menguaron desde ya hace varios años, dijo el entrevistado.
“También puede ser que los acreedores o posibles acreedores de los numerosos juicios que tiene Pdvsa pendientes en Estados Unidos hayan pedido al tribunal una orden de prohibición de venta. O simplemente se arrepintieron al entender que es un mal negocio vender esas refinerías”, señaló Quirós Corradi.
El analista petrolero miembro de Coener Juan Luis Martínez estima que “no es un buen momento para vender Citgo”. Considera que la expectativa generada por el anuncio de la venta y las razones de orden fiscal y financiero que pudieran estar por detrás, según lo referido por diversas fuentes, hicieron bajar la apreciación de los activos del sistema Citgo.
Para Martínez no queda claro que la venta esté descartada de manera definitiva, tras las palabras de Maduro, pero cree que “es muy probable que se esté pretendiendo vender alguna de las refinerías y no las tres”.
El analista estima que la refinería Lemont, en Illinois, por su ubicación estratégica en la región norte del medio oeste norteamericano y la posibilidad de refinar otros tipos de crudos, pudiera ser más atractiva para la venta.
Entre tanto, Luis Oliveros comenta que el negocio refinador a escala mundial está en declive, y que lo que aumenta son las capacidades de los ingenios ya existentes, por lo que es un conjunto de razones que pudieran estar entretelones.
Citgo debe ser vendida. “El gobierno debe explicar por qué decide no vender Citgo, cuando es uno de los peores negocios que tiene Venezuela”, comentó alarmado el analista petrolero Rafael Quiroz Serrano.
“Me sorprende esta decisión de última hora del presidente Nicolás Maduro, sobre todo porque lo hace con una gran orfandad de argumentos. No sé cuáles son las razones que lo movieron para llegar a esto, espero que no hayan sido los actores con los cuales ha estado conversando en Nueva York. Esto demuestra que este es un gobierno que sigue nadando en un mar de contradicciones”, alegó el analista oficialista.