El nuevo plan, presentado en un acto por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y la ministra de Industria, Débora Giorgi, es para la compra de 26 modelos de vehículos cero kilómetro, con rebajas de hasta el 13%.
Buenos Aires. El gobierno de Argentina anunció hoy una línea de préstamos personales para la compra de automóviles, medida que busca estimular a la industria automotriz local, afectada por caídas de exportaciones y de ventas en el mercado doméstico.
El nuevo plan, presentado en un acto por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y la ministra de Industria, Débora Giorgi, es para la compra de 26 modelos de vehículos cero kilómetro, con rebajas de hasta el 13%.
El programa, denominado Pro.Cre.Auto, otorgará financiación del estatal Banco Nación, a 60 meses y por hasta el 90% del valor del vehículo, con un tope de 120.000 pesos (unos US$14.700), a una tasa anual de entre el 17% y el 19%.
El plan, que estará vigente entre este martes y hasta el próximo 24 de septiembre, reduce entre el 3% y el 13% los precios de 26 modelos de todas las terminales fabricantes de autos radicadas en Argentina.
La iniciativa cubre el 28% del mercado de automóviles argentinos y alcanza a vehículos económicos, medianos, de trabajo y de alta gama.
"Así, el Estado Nacional dispone de una nueva herramienta para profundizar el desarrollo de un sector que, entre 2003 y 2013, registró un crecimiento histórico, tanto en producción, que pasó de 169.000 unidades a 791.000; como en exportación, de 108.000 a 449.000, y en patentamientos (ventas domésticas), de 143.000 en 2003 a 956.000 unidades patentadas en 2013", detalló el gobierno.
La medida llega sin embargo en un duro momento para el sector, pues, según datos de las terminales, en los primeros cinco meses del año la producción local sufrió una caída interanual del 22,2%, las exportaciones bajaron un 24,3% y las ventas en el mercado doméstico se deslomaron un 32,3%.
Durante el acto, Fernández acusó a los fabricantes de aumentar injustificadamente los precios de los vehículos, afectando el nivel de ventas, y de estimular la venta en el mercado local de los producidos por sus matrices en Europa, en detrimento de los fabricados en Argentina.
Fernández pidió a las empresas que "comprendan los diez años" de ganancias que tuvieron gracias a las políticas de su gobierno y que ahora, "ante el primer cimbronazo, dejen en banda" al país.
