El gobierno habilitó excepciones a las llamadas "licencias no automáticas" que permitirán tramitar rápidamente los permisos de importación para los insumos clave de sectores como el automotor, en medio de sus esfuerzos por acelerar la producción doméstica.
Buenos Aires. Argentina dictó este miércoles medidas que buscan garantizar la compra de insumos para la industria automotriz y metalmecánica en el exterior, al flexibilizar un sistema de control de importaciones que irritó a empresas de Brasil y Uruguay.
El gobierno habilitó excepciones a las llamadas "licencias no automáticas" que permitirán tramitar rápidamente los permisos de importación para los insumos clave de sectores como el automotor, en medio de sus esfuerzos por acelerar la producción doméstica.
Habrá "mecanismos de excepción para los productos que son insumos directos, lo que asegura el normal abastecimiento de la producción nacional, como por ejemplo algunas autopartes, metalmecánica, notebooks, netbooks y celulares, textiles, juguetes y bienes de capital", dijo el ministerio de Industria argentino en una nota.
El ministerio de Industria creó los llamados "mecanismos de excepción" el mismo día en que entró en vigencia una resolución que extendió el sistema de licencias no automáticas, de vigilancia a las importaciones, para unos 600 productos importados.
En el caso de la industria automotriz, con el fin de garantizar el normal abastecimiento de la producción local se contempla el mecanismo de excepción para importar aquellas piezas que no pueden sustituirse localmente, y rige tanto para terminales como para autopartistas, agregó la cartera.
Las licencias no automáticas de importación podrían hacer más lento el ingreso de mercaderías a Argentina, cuyo superávit comercial viene cayendo abruptamente.
El país ha dicho, sin embargo, que esas medidas no afectarán el comercio con Brasil, Uruguay y Paraguay, sus socios del bloque Mercosur, luego de que se conocieran quejas de industriales de esos países.
Las importaciones de Argentina están creciendo a un fuerte ritmo como consecuencia del crecimiento de la actividad económica y de una moneda que se está apreciando en términos reales.
La adquisición de bienes en el exterior creció un 46% interanual en el 2010.