"Las restricciones cambiarias (...) lo que hacen es paralizar totalmente al sector, no solamente inmobiliario, sino también el de la construcción privada", dijo el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Néstor Walenten.
Buenos Aires, Reuters. La trabas impuestas por el gobierno argentino a la compra de dólares derrumbaron las operaciones en el mercado inmobiliario local y amenazan con golpear al sector clave de la construcción, añadiendo presión a una economía ya en desaceleración.
Los argentinos han estado accediendo a cuentagotas a dólares desde fines de octubre pasado, cuando una fuga de capitales que erosionó las reservas del Banco Central y llevó al gobierno a cerrar el grifo para la venta de la divisa.
En las últimas semanas, las restricciones se endurecieron y ahora sólo los ahorristas que puedan justificar un viaje al exterior son habilitados por la oficina de impuestos para adquirir dólares.
"Las restricciones cambiarias (...) lo que hacen es paralizar totalmente al sector, no solamente inmobiliario, sino también el de la construcción privada", dijo el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Néstor Walenten.
Las transacciones en el mercado inmobiliario local se realizan en dólares, que es el refugio preferido de los argentinos contra los vaivenes de la economía local.
Los agentes de propiedades temen que, si las restricciones cambiarias persisten, la cantidad de operaciones inmobiliarias caigan este año al nivel de la crisis del 2001/2002.
En mayo se registraron en la ciudad de Buenos Aires, un barómetro de la actividad en todo el país, unas 5.600 transferencias de inmuebles, un 30% menos que en el mismo mes del 2011. En abril cayeron un 22% interanual.
"Lo que hace esto es que genera un paro en la industria de la construcción y, a partir de ahi, un impacto directo sobre el resto de la economía", dijo Fernando Navajas, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas.
La construcción, que representa el 15% del Producto Interno Bruto argentino, se contrajo un 5,9% en abril contra el mes previo.
Nora Scherma, de la inmobiliaria Latitud NS, dijo que el mercado de propiedades a estrenar está "totalmente paralizado" porque los compradores con dólares en la mano piden fuertes descuentos a las constructoras que hacen imposible recuperar la inversión.
El mercado inmobiliario local se financia con el ahorro doméstico porque los préstamos hipotecarios son escasos debido a que una alta inflación que disparó el costo de los créditos. La tasa de interés de un préstamo a 20 años supera el 20% anual.
La tercera economía latinoamericana comenzó a desacelerarse en el tercer trimestre del año pasado por la crisis financiera mundial. El gobierno espera que crezca este año un 5,1%, que se compara con el 8,9% del 2011. La inflación minorista ronda el 25% anual.
Dólar paralelo. Algunos ahorristas han recurrido al mercado negro para adquirir dólares, lo que hizo que la brecha entre la tasa de cambio oficial y la paralela se ampliara hasta un 38% hace dos semanas.
Los pocos que aceptan pesos por sus propiedades exigen que se tome en cuenta el valor del dólar del mercado negro para realizar la transacción.
"Tenía una operación cerrada y el comprador no quiere pagar el tipo de cambo libre, dice que es excesivo. Ofrece llegar a un acuerdo entre ambas puntas, el oficial y el paralelo, y los vendedores prefieren esperar. Es una parálisis muy grande de operaciones", dijo Horacio Benítez, de la inmobiliaria Inmobicred.
El gobierno ha dicho que quiere que los consumidores dejen de pensar en dólares.
Medios de comunicación reportaron que la presidenta Cristina Fernández, que en su afán por evitar la salida de dólares del país también impuso estrictos controles a las importaciones, tiene en carpeta una reglamentación para prohibir las transacciones inmobiliarias en moneda extranjera.